7 Señales de que has superado un viejo amor

Por lo general si se trata de una relación en donde hubo sentimientos fuertes involucrados, nos lleva un tiempo dar el capítulo por cerrado y sentir que efectivamente hemos superado todo lo que tiene que ver con ese viejo amor.

Cada uno de nosotros tiene un ritmo particular y cada relación nos impregna también de una forma única. Todos tenemos nuestro propio ritmo y algunas veces colaboramos en mayor o menor cantidad en lo que a superar un viejo amor se refiere.

Acá te damos algunas señales de que ese amor ya ha sido superado por ti:

Esa persona no ocupa nuestros pensamientos a diario:

Podemos pensar y recordar cosas puntuales, pero lo que representa la generalidad es que esa persona ya no se encuentre en nuestros pensamientos, sino que pase por allí de forma cada vez más eventual.

Recordamos sin dolor:

Es normal sentir nostalgia por algo que quisimos y que no forma parte ya de nuestras vidas, sin embargo, cuando hemos superado relaciones del pasado, no sentimos que se nos oprime el pecho o se nos hace un incómodo nudo en la garganta cuando queremos expresarnos verbalmente de esa persona.

Dejamos de estar pendiente de sus pasos:

Nos da igual lo que haga esa persona con su vida y el preguntar o buscar una manera de enterarnos de qué está haciendo, no es en absoluto algo que nos interese. Nuestro historial de búsqueda en las redes sociales, nos puede dar señales de qué rumbo vamos tomando en relación a este punto.

No nos importa si tiene una nueva pareja:

Si fallas en este punto, no te preocupes mucho, aun cuando alguien deja de importar y hayamos descartado cualquier tipo de potencial relación, esperanzas o sentimientos hacia esa persona. Algo se dispara cuando en nuestro ego y nos mueve un poco. El caso ideal es que nuestros pensamientos en ese caso sean lo más neutrales y de ser posible, que reflejen nuestros buenos deseos hacia su nueva relación.

Queremos su bienestar:

Más allá de lo que haya pasado con esa persona, cuando superamos un amor, la rabia, el dolor o cualquier otro sentimiento o sensación negativa que tengamos al respecto, se diluye en el proceso de sanación y luego de ello nos sobreviene la calma y el equilibrio, en medio de lo que nos inspira ahora ese alguien son deseos de bienestar para él.

Vemos las cosas como en realidad son:

A veces “intoxicados” de amor y de dolor, vemos las cosas de una forma particular, donde nos tomamos toda la responsabilidad de lo que llevó a una separación o como más comúnmente pasa, de la atribuimos al otro. Con el paso del tiempo y cuando superamos la separación y lo que representó esa relación para nosotros, podemos mirar de forma más objetiva el panorama y equilibrar lo que ocurrió, apartando los resentimientos y las culpas. Es en este momento en donde obtenemos quizás el mayor aprendizaje que nos dejará esa relación. Es aquí donde nos cargamos de herramientas y experiencia útiles para nuestras futuras relaciones

No deseamos estar esa persona cuando estamos con alguien más:

Ya podemos disfrutar de otras compañías, incluso de otros amores, sin añorar mágicamente cambiar a la persona que tenemos en frente por ese viejo amor. Sino que somos capaces de apreciar y disfrutar de las buenas nuevas y buenas compañías.

Sentimos el espacio que ocupó en nuestras vidas, disponible para alguien más:

Los amores, aun cuando formen parte de nuestro pasado, siempre ocupan una partecita de nosotros, siempre nos llevamos algo de esa persona para siempre. Pero cuando sentimos que ya hay cabida para alguien más, que estamos listos para amar y queremos llenar la vida de otra persona con todo lo que tenemos para dar, sin sentir ningún tipo de sentimiento en contra… Podemos decir que ese viejo amor está superado.

Muchas veces no somos conscientes de lo que nos saboteamos al superar un viejo amor, pero si tenemos fuertes razones para que ese amor ya no esté en nuestro presente, procuremos lo necesario por fluir… Y para ello lo más conveniente es agradecer, bendecir y dejar atrás.

Por: Sara Espejo – Reencotrate.guru