8 Tipos de personalidades que conviene tener lejos
Cada uno de nosotros tiene una personalidad particular, que algunos aceptarán y otros rechazarán. Nuestra actitud ante la vida, no solo tiene la posibilidad de marcarnos a nosotros como protagonistas, sino que tenemos un alcance y una influencia en la vida de los demás. Evidentemente este tipo de dinámicas es bidireccional y muchas veces las personas que nos rodean tienen un efecto bastante negativo en nosotros y debemos considerar en consecuencia, mantener lejos.
Acá hemos hecho un compendio de personalidades que suelen drenar energía vital de quienes nos rodean, y aunque la vida no es en blanco y negro, muchas veces lo mejor que podemos hacer es mantenerlas al margen. Cabe destacar, que todos tenemos algo de este tipo de personalidades normalmente, pero cuando es lo que predomina y se manifiesta en la mayoría de las situaciones, es cuando las medidas deben ser tomadas.
Personalidades que restan:
Egoístas:
Una persona que solo piensa en su propio beneficio, sin importar cómo están afectando sus acciones a los demás, que no conoce de empatía y desconoce los derechos de quienes le rodean. Estas personas suelen sacar el mayor provecho a cualquier costo, sin aportar mucho.
Mezquinas:
Las personas mezquinas están conectadas a la escasez, su mentalidad les invita a pensar constantemente que todo es limitado para ellos y por ello suelen dar de a poco, en cualquier sentido, en lo material y en lo afectivo. Estar cerca de ellos produce la sensación de que si pudiesen respirarían a través de nosotros para no usar sus órganos o la fracción de aire que pueden inhalar.
Controladoras:
Una persona controladora suele querer colocar a todos a su alrededor en el monde escogido para cada uno. Son personas castrantes, críticas al extremo cuando las cosas no son como ellos desean y otorgan poca libertad a sus allegados de ser y hacer lo que consideren.
Abusadoras:
Este tipo de personas que busca siempre aventajarse de cada persona o situación, llegando a los términos de explotación, termina por desgastar a sus presas, que son víctimas de su desconsideración una u otra vez.
Agresivas:
Para quien todo se resuelva a través de la agresión, cualquier situación puede tornarse muy pesada y con exageradas consecuencias. La poca capacidad para canalizar las emociones abre espacio a los maltratos, a los conflictos mayores y a heridas potenciales, tanto físicas como psicológicas.
Envidiosas:
El tener a alguien cerca que no se alegra de nuestros logros o los de los demás, es más común de lo que pensamos. Las personas envidiosas suelen desmeritar esfuerzos, calumniar, entorpecer caminos y muchas veces hacen lo que esté a su alcance, así sea a nivel inconsciente, para sabotear el camino que nos lleve a alcanzar lo que queremos.
Celosas:
Las personas celosas, independientemente de su justificación para ello, suelen llevar consigo inseguridades que no resuelven con facilidad. Son absorbentes y por lo general tienen una película en sus cabezas que difieren notablemente de lo que en realidad ocurre, por lo cual andan en un estado constante de paranoia y difícilmente se permiten disfrutar de los buenos momentos, anclados y esclavizados a lo que sus mentes les sugieren.
Negativas:
Quienes solo buscan el punto negro en la hoja blanca y si no lo encuentran, lo colocan, son personas que viven en constante insatisfacción con el mundo, con sus vidas y no son capaces de confiar en un buen pronóstico. Como la vida es un perfecto sí, siempre encuentran más y mejores argumentos para ver la vida con desconfianza, con desánimo y desesperanza.
Cada quien tiene algo que mostrarnos, de todos podemos aprender. Pero procuremos no desgastarnos en el proceso y rodearnos de personas con las que podamos alimentarnos positiva y mutuamente. Y si nos vimos descritos en algún tipo de personalidad de las presentadas, consideremos los ajustes necesarios para hacer nuestra vida y la de quienes nos rodean, algo mucho mejor.
Por: Sara Espejo – Reencontrate.guru
