Creatividad. ¿Nacemos con ella o se puede aprender a tenerla?

Primero y principal creatividad es, por definición, la habilidad de crear o utilizar ideas originales e inusuales. La creatividad se alimenta de las ideas; y las ideas son creadas en el cerebro, en nuestra mente.

Confía en la incertidumbre, te conducirá a la claridad.

Un punto importante de mencionar es que desde que nacemos, todo lo que nos sucede queda en algún lado de nuestro cerebro, lo llamaremos memoria inteligente. Y si bien hay personas más originales que otras, no hay de que preocuparse. Las ideas originales se pueden ejercitar.

Creatividad y pensamientos productivos

Si hablamos de aliados de la creatividad, sin duda el pensamiento productivo es uno de ellos. Como ya he mencionado anteriormente, el proceso creativo consiste en conectar ideas ya existentes con otras completamente nuevas. Pero se podría decir que esto último sería imposible sin los pensamientos productivos. Por lo tanto está claro que el proceso de pensamiento es de gran importancia.

¿Qué es lo que hay que hacer exactamente? Generar ideas, en cantidad. Si lo que quieres es crear algo innovador, diferente, lo último que debes hacer es limitarte. Porque si esto sucede, el pensamiento productivo va a tender a paralizarse; y tus originales y nuevas ideas, volverán a su lugar de origen. Por lo que el resultado final será el fracaso del proceso creativo que estabas buscando.

Costado negativo

El individuo que está en la búsqueda de la imaginación es quien debe investigar en su propia mente, y así desarrollar sus habilidades de pensamiento y su personalidad única. Pero así como la mayoría de las cosas, la creatividad también tiene dos lados; uno positivo y otro negativo.

Suele pasar que se generen bloqueos a la creatividad. Y estos, pueden deberse a distintas circunstancias:

• Falta de confianza.
• Poca motivación.
• Falta de observación, persona no crítica.
• Respeto excesivo de lo que debe ser.

A su vez, estos impedimentos pueden surgir de distintas partes:

• Bloqueos emocionales: Por falta de confianza. Miedo a hacer el ridículo con ideas innovadoras y distintas. Se da cuando la auto crítica es muy grande y negativa.
• Bloqueos perceptivos: Se relaciona con la falta de un espíritu crítico. Las personas con esta clase de bloqueos suelen ver el mundo demasiado lineal, sin varias perspectivas. Creen que hay un solo camino y una o muy pocas opciones.
• Bloqueos culturales o sociales: Esta clase se relaciona con ese respeto a lo que debe ser. La sociedad te entrena para pensar de una manera determinada y a veces lineal, lo que nos da una única opción.

Debemos ser capaces de darnos cuenta que siempre se puede pensar lateralmente. Cuando te encuentres ante una situación a resolver, ante un conflicto o simplemente tengas que crear algo nuevo; intenta generar una lluvia de ideas, de conceptos, de caminos. No te limites a una única opción. Me atrevo a decir que siempre se pueden ver las cosas desde dos, o muchas más perspectivas.

Rompiendo barreras

Es muy importante remarcar que no hay gente sin creatividad. Todos la tenemos y es cuestión de ejercitarla, de romper con esos bloqueos que pueden llegar a aparecer.

Para poder crear sin limitaciones y libremente, hay ciertas técnicas y cosas que puedes hacer. A continuación te dejaré algunas:

1. Lluvia de ideas: Esta técnica es muy conocida y se trata de ir anotando todas las ideas que se aparezcan en tu mente. Por ejemplo si tienes que buscar un nombre para un proyecto, esta actividad es de mucha utilidad. Una vez que termines de bajar a un papel cada una de las ideas que te imaginaste, eliges las que más te gustan. Luego analizas cada una, y verás como encontrarás tu mejor idea.
2. Ten relaciones sociales: Cuando nos encontramos con gente y entablamos conversaciones, suelen surgir anécdotas, experiencias y conceptos innovadores. Aprovecha esas situaciones y úsalas de inspiración. Toma nota sobre lo que algún amigo o familiar ha dicho. Tal vez de ahí salga tu nueva idea original.
3. Películas: Ver televisión, series o películas, es una gran fuente de inspiración. En una creación fílmica hay cantidad de ideas creativas y puedes aprovecharlas. Registra en tu mente escenas e ideas que te resuenen y te interesen. Luego podrás darles otros enfoques y así crear algo completamente nuevo.

Al fin y al cabo se trata de volver a ser niños otra vez. Aquellos que son capaces de dejarse llevar sin miedo; de crear sin límites. No nos alejemos de ese niño interior, cerremos los ojos y dejémonos llevar. Las grandes ideas nacen de una mente que se permite jugar y crear, por diversión y para incrementar su creatividad.

Por: Sara Martinez – Reencontrate.guru