¿Alguna vez has escuchado o leído esa frase que dice: “Todo lo que nos quite la paz, hay que eliminarlo de nuestras vidas”?
Es una frase quizás muy dura, pues se requiere de coraje para poder practicarla. Sin embargo, es bastante acertada, ya que en todo momento debemos trabajar por conservar la paz interior, el amor propio y el bienestar emocional.
De hecho, para lograrlo, a veces hay que eliminar de nuestras vidas a ciertas personas que nos perjudican, o bien cortar con aquellas relaciones tóxicas.
El detalle está, en que es verdaderamente difícil y complicado terminar una relación con alguien que es tóxico, pero que además tiene un vínculo sanguíneo y muy cercano con nosotros.
Te hablo de un hijo, un padre, una madre, un hermano, un tío o un abuelo, que quizás vive contigo y sentís te hace la vida complicada.
¿Qué puedes hacer para evitar a este familiar, sobre todo si tienes que relacionarte con él o ella permanentemente?
De ello vamos a hablar a continuación.
Un familiar tóxico se detecta fácilmente, pues suele tener una actitud muy negativa, un tanto depresiva e incluso victimista, cada vez que está cerca de ti.
Es ese típico familiar que siempre te manda mensajes hirientes o te habla en doble sentido.
Por un lado, te dice cosas como: “Te quiero”, “lo que hago por ti es para que estés bien” o “mi deber es cuidarte, así que no te preocupes”.
Pero, por otro lado, también te está diciendo: “Eres el peor hijo/hermano/padre del mundo”, “por tu culpa me siento solo (o sola)”, “tú no me quieres, pues no valoras lo que yo hago por ti” o “te lo he dado todo y mira cómo me pagas”.
Es de esa clase de personas que te juzgará, criticará, descalificará o te cobrará todo lo que hace por ti, cada vez que tú estés presente. Y este tipo de relaciones verdaderamente desgasta. Lo que es peor, cansa, te quita paz, y absorbe toda tu buena energía.
Ahora bien, ¿qué puedes hacer para terminar una relación así, sobre todo si se trata de un padre, una madre o un abuelo, a quien en un futuro a lo mejor tengas que cuidar?
Veamos…
Claramente, lo primero que deberás entender es que uno tiene que perdonar ese vínculo. De hecho, es lo más sano que puedes hacer y es el primer paso que deberás dar.
Puedes empezar por entender el contexto de vida de ese ser querido, y ver que él, o ella, también fue criado de una manera que hoy en día le ha causado un determinado patrón de comportamiento. Es cuestión de que trates de comprender que a lo mejor esa persona tuvo una madre o un padre tóxico.
Tratar de entender por qué ese familiar es como es, te ayudará a bajar la tensión, disminuirá tu angustia, tu rabia y podrás ser más compasivo, misericordioso y empático, pues lograrás también entender el dolor del otro.
Trata entonces de entender que esa persona (sea tu mamá, tu hermano, tu tío o tu papá), no la pasa bien actuando de la manera en cómo actúa. Quizás, por el pasado que tuvo que vivir o afrontar. Por eso, empieza a trabajar el perdón hacia él o hacia ella.
También es importante que evalúes qué te enseña toda esta situación que vives con ese familiar. Pregúntate…
Aplica algo parecido a la ley del espejo, y evalúa por qué no te gusta esa forma de pensar o de vivir de ese familiar. Y una vez tengas claro eso, empieza a evaluar.
¿Qué quiero decir con evaluar? Bueno, que trates de observar menos lo que esa persona hace, y más bien prepárate, para que cuando estés cerca de él, o ella, puedas entregarle lo mejor de ti, aun cuando el otro no lo haga de la misma forma.
Haz lo posible para que la estrategia negativa de ese familiar no te contagie a ti. Demuéstrale que no logrará arruinarte el día, ni destruir tu sueño, ni tu positivismo, ni tu alegría.
No es tarea fácil, pero debes empezar por instruirte en cuanto a conservar tu paz interior, amarte cada día más y ser más empático. De esta forma, vas a poder vincularte con tus familiares sin preocupaciones, sin estrés y sin necesidad de terminar en malos entendidos. Más bien, podrás compartir con ellos o cuidarlos, todo depende de cuál sea tu caso.
Bien, hay situaciones que son muy específicas en donde a lo mejor tendrás que alejarte de esos familiares. Y son aquellas situaciones donde es mucho más el daño que causan esas personas, que el bienestar.
Y aunque sean vínculos familiares, igual deberás privilegiar tu paz mental, tu bienestar emocional y físico, y tu valor propio. De lo contrario, vas a terminar en desventaja, lastimado, herido o asumiendo un patrón tóxico en tu vida que jamás te va a convenir tener. Hay que alejarse de lo que a uno le hace mal.
De igual forma, si crees que tu situación con ese familiar es extrema, es muy complicada, y se te escapa de las manos, te aconsejo que acudas con un profesional de la psicología para que puedas recibir una orientación más profunda al respecto.
Estos casos, afortunadamente, suelen ser menores, pues la gran mayoría de la gente puede convivir con personas poco tóxicas, muy tóxicas o medianamente tóxicas. Y puede convivir con eso en la medida que se cuida a sí misma.
Entonces, recuerda… primero trata de aceptar, perdonar y entender a ese familiar que quizás para ti es tóxico. Luego, trata de analizar qué te está diciendo a ti ese vínculo, ¿será que hay algo que tienes que cambiar y mejorar?
Y una vez hecho todo eso, evalúa y protege tu energía, tu buena vibra y tu autoestima.
Para finalizar, aprovecho de recordarte que aquí en este espacio podrás encontrar talleres y cursos que te ayudarán enormemente en tu crecimiento personal y espiritual, así que, ¿qué esperas? Suscríbete a ellos y obtén lo mejor para tu vida.
Saluditos.
Por: Adrian Alberto ∼ reencontrate.guru
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