¿Sueles dar demasiada importancia a las palabras de extraños o desconocidos? ¿Te preocupa en exceso lo que los demás piensen de ti?
En primer lugar, debes tener presente una cosa:
No importa lo que digas o hagas, cómo actúes o las decisiones que tomes. La gente siempre tendrá una opinión de ti. Y si dejas que esto te afecte, no solo permitirás que las opiniones de otros te perjudiquen, sino que también, te definan.
En segundo lugar, hay dos aspectos que debemos tomar en cuenta respecto a estas interrogantes:
En consecuencia, todo esto causa en nosotros un sentimiento de preocupación, inseguridad o ansiedad. Tanto es así que terminamos dándole mayor importancia a lo que los demás piensan de nosotros.
Bien… Si pudieras dejar de preocuparte por esto, ¿qué crees pasaría?… Pasarían muchas cosas, ¿verdad?… Una de ellas, y quizás la más importante, es que te sentirías mucho más tranquilo y feliz contigo mismo.
En este sentido, hoy te traigo seis claves que, seguramente, te ayudarán con esta tarea:
No somos perfectos, claro está. Algún detalle hemos de tener. A lo mejor, es algo de nuestro físico o de nuestra personalidad. Por ende, muchos nos van a querer criticar o juzgar, y es ahí donde seremos puestos a prueba.
¿Qué hay que hacer entonces?… Analicemos el siguiente ejemplo:
«Supongamos que alguien tiene la nariz un poco más alargada que el resto de personas en el mundo. Ese alguien, probablemente, en su infancia sufrirá bullying por ese pequeño detalle (sobrenombres, burlas, etc.).
Esto, por supuesto, creará en esta persona inseguridades que harán que en la etapa adulta se sienta confrontada, a menos que empiece a aceptarse tal y cómo es, sin importar lo que otros piensen de ella.
Así pues, si alguien hace mención al pequeño detalle de su nariz o le coloca un apodo, nada de esto le afectará.»
¡Lo mismo debemos hacer nosotros! Aceptarnos tal y como somos: con nuestras virtudes y defectos, tanto físicos como personales. De esta forma, no habrá opiniones de terceros que terminen afectándonos.
Además, aceptarse a sí mismo permite reforzar la autoestima.
¿Conocer a alguien por primera vez te hace sentir inseguro?
¿Eres acaso esa clase de persona que todo el tiempo busca agradar a los demás?
Pues bien, te cuento que todos los individuos que habitamos en este mundo tenemos cientos de inseguridades. Muchas de ellas las damos a notar cuando entablamos una conversación con alguien que no conocemos.
Sin embargo, es muy poco probable que la otra persona se dé cuenta de tus inseguridades… ¿Por qué lo digo? Pues bien, porque a lo mejor esa misma persona va a estar pensando en si le agradaste o no.
Por otro lado, la gente tiene suficientes cosas como para ocupar su mente y su tiempo en ti. Incluso, hay quienes están tan ocupados pensando en su familia o trabajo que, en un primer encuentro contigo, lo menos que harán es formarse una opinión respecto de ti.
Así que, no te enfoques mucho en qué pensarán de ti cuando te escuchen hablar por primera vez. Tómala relajado, baja un cambio y exprésate con total naturalidad.
Medita en lo siguiente…
Una cosa sí es cierta, la única opinión que debería importarte, es la tuya. Lo que los demás piensen de ti es su realidad, y no la tuya.
Si permites que las opiniones de otros influyan y dominen tu vida, quiere decir entonces que, te importa poco lo que pienses de ti.
Reflexiona sobre esto, de forma que puedas expandir tu mente y estar más seguro de ti mismo.
Mark Manson, un escritor estadounidense, en su libro “El sutil arte de que te importe un carajo”, afirma lo siguiente:
«La clave para una vida feliz es ser selectivo con las cosas que nos importan».
Esta frase no es nueva. Sin embargo, leerla continuamente nos ayudará a poner las cosas en perspectiva.
Pasar el tiempo preocupándonos por las cosas más insustanciales de la vida (como los comentarios sin sentido y sin fundamento que otros hacen acerca de nosotros), hará que perdamos la atención de lo que realmente importa.
Como dice un dicho muy famoso: “No eres monedita de oro para caerle bien a todos”. Así pues, en la vida, a algunas personas les gustarás y a otras no, y eso está bien.
Tus cualidades te hacen singular y particular frente a los demás. Y, obviamente, encontrarás gente que tenga una visión distinta o negativa de ti. Sin embargo, esa es su forma de pensar, y solo su forma de pensar, no tiene nada que ver contigo.
También habrá gente que te aceptará, te apoyará y será amable. Estas personas son las que merecen caminar contigo.
Está bien querer causar una buena impresión a los demás. Al final, esto tiene que ver con nuestro instinto de supervivencia. Incluso, nuestra felicidad y calidad de vida también depende de la calidad de nuestras relaciones.
Sin embargo, también hay que aprender a valorarnos cada día y tener presente que, lo que otros opinen o piensen de nosotros de forma negativa, en realidad no debe definirnos ni hacernos sentir mal.
Para finalizar, te recuerdo que, en este espacio, podrás encontrar varios talleres, cursos y herramientas que te pueden ayudar con tu crecimiento personal y espiritual. La invitación es a que te suscribas a cualquiera de ellas y las aproveches al máximo.
¡Saludos!
Por: Adrian Alberto ∼ reencontrate.guru
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