Los pensamientos no deseados pueden causar mucha frustración y angustia. Sin embargo, déjame decirte que no eres el único que quiere hacer que desaparezcan. Y tampoco eres el único que a diario trata de luchar contra su propia mente.
De hecho, es normal que se te haga difícil mirar hacia arriba cuando te sientes abatido por el estrés y otros desafíos. Ahora bien, esto no significa que no puedas cambiar tu mentalidad y hacerle frente a los pensamientos negativos.
¡Por supuesto que puedes hacerlo! Y por eso, el día de hoy, he traído para ti 10 estrategias que te ayudarán a lograrlo:
Identificar esos pensamientos y patrones que te hacen daño, es el primer paso que necesitas dar para cambiar de mentalidad.
Eso sí, con identificar me refiero a que llames por su nombre a cada cosa que te afecta a nivel emocional y que habita dentro de ti. Me refiero a:
Una vez hayas identificado eso que te genera malestar, o que provoca en ti una fuerte lucha contra tu propia mente, plantéate ahora el hecho de mejorar poniendo en práctica los consejos que siguen a continuación…
Por naturaleza, el ser humano prefiere alejarse del dolor y, por ende, uno prefiere evitar los pensamientos que causen angustia.
Sin embargo, según explican algunos psicólogos, alejar los pensamientos no deseados no es una forma correcta de obtener control. Todo lo contrario, eso por lo general solo los hace más intensos.
Es por eso que, se recomienda hacer todo lo opuesto: acepta esos pensamientos y déjelos entrar.
Eso sí, con aceptar me refiero a que, cada vez que las cosas en tu vida no parezcan estar saliendo bien, mentalmente puedes decirte a ti mismo cosas como: “Nada parece ir bien y eso es desalentador. Pero hay mucho que puedo hacer para crear un cambio. Eso sí, no me rendiré jamás”.
La aceptación puede ayudarte mucho a manejar mejor tus preocupaciones y a encontrarles una solución.
Una gran manera de crear el hábito de aceptar pensamientos no deseados es haciendo uso de la meditación.
Y sí, puede que esta no parezca una herramienta útil para poder controlar tu mente. Sobre todo, cuando comienzas a practicarla por primera vez, ya que te sientas, te relajas, pero no importa cómo intentes despejar tu mente, los pensamientos aleatorios siguen apareciendo para distraerte de la calma que estás tratando de lograr.
Sin embargo, hay algo muy importante que debes saber sobre la meditación y es lo siguiente:
El truco de meditar radica en aprender a sentarse con los pensamientos que uno no quiere. Es decir, están ahí, los notas, pero luego los dejas ir, lo que ayuda a tomar control sobre ti. Y cuanto más meditas, más fácil se vuelve pasar por alto aquellos pensamientos no deseados.
A medida que te vuelvas más consciente gracias a la meditación, notarás que ya no necesitas retirar constantemente tu conciencia de los pensamientos preocupantes y mucho menos luchar contra tu propia mente.
El diálogo interno puede ser de gran ayuda para cambiar tu perspectiva. De hecho, la forma en cómo te hablas a ti mismo es importante.
Ahora bien, si cuando te diriges a ti en primera persona no parece tener mucho impacto, prueba hablarte en tercera persona. Por ejemplo:
En lugar de decirte: “Me siento miserable, pero he pasado por cosas peores, así que también puedo lidiar con esto”.
Prueba decirte: “Sé que te sientes miserable en este momento, pero has trabajado duro para hacer frente a todos tus desafíos. Sé que también tienes la fuerza para enfrentar este nuevo problema, ¡Vamos! ¡Tú puedes!”.
Puede parecer incómodo pero esta estrategia te trae varios beneficios. Entre ellos cambiar tu mentalidad y examinar conscientemente las situaciones que te rodean y así poder brindarles una solución.
El pensamiento positivo no significa que debes fingir que no pasa nada malo, ignorar los problemas o no considerar soluciones útiles.
Más bien, implica darle un giro más positivo a tus pensamientos negativos y mirar el lado positivo. Es decir, encontrar lo bueno de aquello negativo que nos está sucediendo.
Así pues, si algo te salió mal, piensa por un momento el porqué te salió así enfocándote en el lado positivo de las cosas. Por ejemplo, quizás salió mal para prevenirte de algo peor; o quizás salió mal porque viene algo mejor para ti.
Expresar pensamientos por escrito puede que no ayude mucho a cambiar tu estado de ánimo de inmediato, pero sí puede ayudarte a mejorar el control sobre esos sentimientos negativos que de repente llegan a ti.
Es más, el simple acto de escribir un pensamiento es a menudo suficiente para reducir su intensidad. Poner esos sentimientos en papel te permitirá reconocerlos y analizar qué podrías hacer por ellos.
Escribir puede ayudarte a sentirte más cómodo a la hora de expresar emociones difíciles y evitará que caigas en el error de luchar contra tu propia mente. Por eso, prueba hacerlo.
Los consejos anteriores puede que no causen mucho impacto en condiciones de salud mental que incluyan:
Por eso, en estos casos, vale la pena que busques apoyo profesional para así evitar que todo esto afecte tus relaciones y tu bienestar general. Un terapeuta podrá ayudarte a que comiences a identificar problemas subyacentes y así explorar posibles soluciones.
Ya lo dice el título de este post: Una de las luchas más difíciles es luchar contra tu propia mente. Y, en ocasiones, es necesario pedir ayuda para lograr ganar la batalla.
Gracias por haber llegado hasta aquí. Por ahora, me despido no sin antes recordarte que aquí, en reencontrate.guru, cuentas con diversos talleres y cursos orientados a tu crecimiento personal, mental y espiritual. No dudes en suscribirte a ellos y sácales el mayor provecho posible.
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Sin más que agregar, un saludito.
¡Nos vemos!
Por: Adrian Alberto ∼ reencontrate.guru
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