No cabe duda que la figura de una madre en la familia es súper fundamental. Sin lugar a duda ella ama sin condiciones, sin límites, y es capaz de sacrificarlo todo y de dar la vida por sus hijos.
Por tal razón es el amor más grande y bello que puede existir, es un amor similar al amor de Dios.
La madre es un ser maravilloso que nos regala la vida, esa amiga y compañera que siempre está allí para apoyarnos y ayudarnos en todo lo necesario.
Por eso es muy importante que le brindemos el valor necesario a ese ser tan hermoso llamado mamá.
La llegada de un bebé es capaz de enseñar a su madre a amar tan fuerte como jamás ella lo ha imaginado. Su corazón, su cuerpo y su mente se desbordan de amor por él.
El amor de una madre es así… siempre ofrece lo mejor. Toda madre hace su mejor esfuerzo por amarnos a nosotros como hijos, siendo capaz de entregar hasta su último respiro por nuestro propio bienestar.
Por eso es importante que valores a tu mamá, aprovéchala en vida, dale lo mejor de ti.
El amor de una madre es incondicional y fundamental y te voy a explicar el porqué…
El amor de madre no tiene límites y mucho menos está sujeto a condiciones. Es capaz de dar la vida por ti, de sacrificar su tiempo, alimento, dinero, todo absolutamente todo por ti.
¡Créeme! Es sorprendente la magnitud del amor que nos tienen a nosotros como hijos.
Quizás podrás discutir con ella las veces que quieras, y hasta llegar a molestarte y aún así no te guardará rencor, su corazón es tan limpio, tan puro.
Su amor es protector, siempre va a desearte lo mejor. Por consiguiente, preferirá poner su vida en riesgo las veces que sea necesario, siempre y cuando la tuya se encuentre a salvo.
Realmente nuestras madres son un ser sensacional.
Créeme que si existe alguien que te va a saber escuchar, y te va a guardar el secreto a muerte es tu mamá. Es la única persona que no te va a fallar, es esa amiga con la cual podrás contar para todo. Es la que te apoyará, la que no te juzgará.
Y lo mejor de todo es que su amistad es incomparable, ya que nunca sentirá envidia o celos de ti porque te ha resultado algo bien en la vida o porque has tenido mucho éxito en ella.
El amor de madre es un amor lleno de muchos sacrificios. De hecho, ella sacrificó su bella figura para poder llevarte nueve meses en su vientre. Sacrificó noches de sueño, quizás un plato de comida, un gusto, algún alimento durante el embarazo por tu bienestar, y hoy por hoy es capaz de sacrificar su vida y salud por amor a ti.
Mi recomendación final es que valores, ames, bendigas y honres a tu madre todos los días, e incluso hasta en los pequeños detalles. No esperes a darle muestras de cariño el día de mañana, porque el mañana es incierto.
Así qué aprovéchala hoy, ámala bésala, llénala de detalles y de regalos HOY.
Hasta aquí esta corta reflexión. Por ahora me despido, pero eso sí, no sin antes recordarte que aquí, en reencontrate.guru, cuentas con diversos talleres y cursos orientados a tu crecimiento personal y espiritual. No dudes en suscribirte a ellos y sácales el mayor provecho posible, sobre todo, para conseguir bienestar.
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Sin más que agregar, un saludo.
¡Hasta la próxima!
Por: Sarai Romero ∼ reencontrate.guru
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