¿De dónde nace el miedo al qué dirán los demás ? podríamos decir que depende del grado de importancia que le damos a las opiniones ajenas. Está claro que es algo normal que nos agrade sentirnos aceptados y valorados por nuestro círculo más cercano, pero si esas opiniones determinan nuestras emociones y pensamientos, entonces estamos en un problema.
Conectarnos con lo que nos rodea nos permite adaptarnos a nuestro entorno. Aprendemos a ser sensibles, flexibles y empáticos con las personas. Esta conexión determina nuestra conducta, nuestros mecanismos de respuesta y nos permite interpretar y vivir nuestro mundo.
Debemos estar conscientes de que es normal cierto grado de sensibilidad a la opinión de las persona que tienen un lugar significativo en nuestras vidas, pero el problema comienza cuando la necesidad de sentirnos aceptados se convierte en nuestra principal preocupación.
El miedo al qué dirán los demás, puede manifestarse de dos maneras: el miedo a que nos hagan daño, o miedo a que tengan una mala opinión de nosotros.
Ambas posibilidades nos mantienen en un estado de alerta que puede hacernos actuar de manera irracional en la búsqueda de aceptación.
Tomar decisiones buscando satisfacer las expectativas de otros, cambiar nuestros puntos puntos de vista y opiniones para coincidir con las de los demás, anteponer las necesidades de otros por encima de las propias, en fin, comportarse según las expectativas de los otros por miedo a ser cuestionados.
Esto indica que el valor que nos damos a nosotros mismos depende de la opinión de los demás.
Si le damos exagerada importancia a lo que podrían estar pensando los demás, lo más seguro es que siempre supongamos que la opinión que tienen es negativa…
La persona que se rinde a este tipo de comportamiento es presa de su inseguridad. Pierde contacto consigo misma, con sus principios, sus necesidades y deseos. Pierde de vista sus proyectos y objetivos de vida llenándose de frustración.
En primer lugar ser conscientes de que no podemos gustarle a todo el mundo, y para ello te damos las siguientes recomendaciones.
Leer, saber, estudiar. El conocimiento basado en la instrucción te dará seguridad en ti mismo a la hora de tomar decisiones, sentar opiniones y enfrentar cualquier opinión adversa. Cuando contamos con el conocimiento reforzamos la autoconfianza.
El mantener contacto con tu ser interno te dará la fuerza necesaria para fortalecer tu autoestima, saber quien eres y a donde vas, conocer tu esencia…por lo tanto atreverte a ser tu mismo.
Esto es tan importante como el conocimiento de nuestras fortalezas.
Al conocer nuestras limitaciones podemos trabajar en ellas, bien sea para abrazarlas como una parte de nosotros sin hacernos sentir disminuidos o para fortalecerlas si eso es lo que decidimos.
Es parte de aceptarte a ti mismo tal como eres
Aprender a tolerar y aceptar las opiniones ajenas con naturalidad, tratando de no sentirse ofendido, apreciar las críticas constructivas y desechar las destructivas sin temor y sin sentirnos menospreciados. La capacidad para realizar o recibir críticas con equilibrio, es fundamental para reducir y eliminar el miedo al qué dirán.
Aceptar que no todos van a tener una buena opinión de nosotros, eso es parte de la vida. Que la opinión de los demás no determina nuestro valor ni condiciona nuestro bienestar.
Aceptar que como seres humanos estamos aquí para aprender y cometer errores, que nadie es perfecto. Buscar la lección que hay que aprender de cada error, nos da una forma más positiva de ver la vida alejándonos de la frustración y el desánimo.
La asertividad es la habilidad de expresar directamente nuestros propios sentimientos, pensamientos, necesidades, deseos y derechos legítimos de forma adecuada y en el momento oportuno, sin amenazar o castigar a los demás y sin violar los derechos de otras personas.
Por último, tomar conciencia de atreverse a ser uno mismo, actuar como se desea y aprender a expresar nuestras propias opiniones.
Esto nos expone a las opiniones de los demás, y que estas opiniones pueden ser positivas o negativas, pero eso no indica que no seamos valiosos.
Ser coherente con nuestras creencias, actitudes y principios proyecta una personalidad auténtica y la mayoría de las personas respetan la autenticidad.
No hay nada tan singular como las relaciones de pareja. Cada una es un mundo…
Aliviar los síntomas de la ansiedad con una oración es posible, y precisamente es lo…
Existen dos tendencias innatas o naturales en cada persona a la hora de relacionarse con…
Como hemos visto anteriormente aquí, el amor propio tiene que ver con cuánto se valora…
Es hora de que dejes de perseguir a ese hombre... ¿Por qué lo haces realmente?…
Para mejorar tu vida no existe una receta única. De hecho, hay muchas maneras para…