¿Quién no sabe acerca de lo cómodo que puede resultar lo conocido, incluso cuando esa comodidad nos esté robando parte de nuestra esencia?
Lo cierto es que por la mayoría los cambios están vistos con recelo, por múltiples motivos, pero la raíz de todos ellos está en ese discurso magistral que se lanza nuestra mente, cada vez que nos atrevemos a mirar un poco más allá de esa zona de confort.
La mente que está siempre allí, está atenta y percibe con prontitud cualquier síntoma de cansancio de lo que vivimos, de aburrimiento, de ganas de experimentar. Basta con levantarnos cuando se activa la mente con cualquier cantidad de preguntas y afirmaciones:
Y con cosas como éstas, nuestra mente se encarga de paralizar nuestros intentos por siquiera considerar una opción diferente a la que estamos viviendo. No lo hace porque sea mala, sino porque está programada para protegernos de una forma muy curiosa, similar a la de un padre sobreprotector, que ama a su hijo, pero prefiere cortarle las alas, antes de que se pueda lastimar volando.
La buena noticia es que podemos reprogramar poco a poco nuestra mente y hacer que de a poco nos colabore a asumir los retos que necesitamos para sacar el mayor provecho a esta experiencia.
En lo desconocido se halla el aprendizaje: Todo lo que pertenece a nuestra zona de confort ya lo conocemos, ya sabemos manejarlo o al menos ya hemos establecido rutinas para ello. Mientras que todo lo que esté un paso más allá nos invita a desarrollar nuevas estrategias, a aprender y a crecer.
Te harás más fuerte: Una vez que decidas salir a dar un paso fuera de lo conocido, ya serás otra persona, con diferentes herramientas para afrontar las diversas circunstancias y con cada paso que des fuera de tu zona de confort, más fuerte serás.
Le restarás poder al miedo: Cuando nos enfrentamos al miedo, le restamos poder, le quitamos el control e invertimos los papeles, ya deja él de controlarnos, para ser nosotros quienes lo utilicemos como impulso para conseguir lo que queremos. El experimentar la valentía nos permite dar un paso más allá, ir por más y no volver a paralizarnos por algo netamente imaginario. Total, si vamos a darle fuerza a algo que no vemos, que sea a la fe y no al miedo.
Disminuye el estrés y la ansiedad: Podemos durar mucho tiempo imaginándonos los peores escenarios posibles y eso nos puede ocasionar un gran estrés y ansiedad. Pero cuando decidimos transitar el camino, el estrés disminuye, vamos viviendo paso a paso y por lo general nunca es tan complicado como nos imaginamos que sería.
Desarrollarás la autoconfianza: El confiar en nosotros mismos es lo mejor que nos puede ocurrir en la vida. De eso depende que alcancemos o no nuestros sueños. El saber que podemos, el creer en nuestras capacidades, en la facilidad de aprender, incluso de los errores, nos hará entender que no hay límites más allá de nuestra mente.
Conocerás la resiliencia: Sí, quizás nunca falles, pero si lo haces, entenderás que eso no representa una pérdida y el quedarnos en nuestra zona de confort, sí que lo era. Así que podrás desarrollar esa capacidad de crecer ante las caídas y tropiezos, sin que eso te haga volver atrás.
Un barco atracado en un puerto está seguro, pero no es la finalidad para la que fue construido. William Shedd
Por: Sara Espejo – Reencontrate.guru
No hay nada tan singular como las relaciones de pareja. Cada una es un mundo…
Aliviar los síntomas de la ansiedad con una oración es posible, y precisamente es lo…
Existen dos tendencias innatas o naturales en cada persona a la hora de relacionarse con…
Como hemos visto anteriormente aquí, el amor propio tiene que ver con cuánto se valora…
Es hora de que dejes de perseguir a ese hombre... ¿Por qué lo haces realmente?…
Para mejorar tu vida no existe una receta única. De hecho, hay muchas maneras para…