Cuando debas decir NO, hazlo… y no te sientas mal por haberlo hecho
¿Te cuesta mucho decir no? ¿Eres de ese tipo de personas que siempre quieren complacer a los demás por miedo a quedar mal?
¡Basta de eso!
Usa la asertividad… A través de ella podrás lograr una comunicación clara, honesta y firme. Además, te hará entender que el hecho de decir no, no quiere decir que vas a ser descortés. La asertividad y la descortesía son dos cosas muy distintas.
Ser asertivo implica ser respetuoso, gentil y a la misma vez, firme en tu posición y en tu forma de pensar.
Pero en sí… ¿qué es la “asertividad”? ¿Cómo puedes ponerla en práctica?
Aprende a decir no de forma asertiva
La asertividad es aquella habilidad que tú mismo puedes desarrollar y que te permitirá analizar y expresar lo que piensas, lo que prefieres y lo que sientes.
Ser asertivo no quiere decir que vas a ser agresivo. Todo lo contrario, significa ser respetuoso, no ofender, y, sobre todo, no ser sumiso ni tener un comportamiento dócil o pasivo frente a los demás.
¿Te ha pasado que en el fondo no quieres hacer algo, pero dices: “sí, está bien, lo voy a hacer”?
Pues bien, en el fondo te estás mintiendo a ti mismo. Estás usando una máscara de falsedad para evitar decir lo que realmente piensas. No estás siendo honesto contigo mismo, por lo tanto ten cuidado… en un futuro, esto puede ser contraproducente para ti.
Es mucho más conveniente que primeramente revises las peticiones que otros te hacen y luego tomes una decisión de si las vas aceptar o no. En este caso, estás siendo asertivo.
Cuando dices sí a otras personas, asegúrate de que no te estás diciendo no a ti mismo.
Paulo Coelho
La asertividad te permitirá expresar tus opiniones y posiciones, diciendo lo que te gusta o lo que te disgusta y comunicándolo de manera respetuosa.
Esta habilidad te ayudará a fijar límites con cada persona.
Si se te hace difícil decir no, la asertividad de seguro te ayudará a expresarte de una forma firme y conveniente. Y para ser asertivo, debes hacer lo siguiente:
1. ¡Deja de ser bueno todo el tiempo!
Si eres de aquellos que constantemente suelen usar una máscara de “persona buena y bondadosa”, déjame decirte que no vas por buen camino.
No es malo ser generoso, gentil o amable; siempre y cuando esté a tu alcance serlo. Por el contrario, si le das mayor prioridad a los deseos de los demás que a los tuyos, pues haces muy mal.
No pases por encima de tus propias necesidades, solo por el hecho de querer satisfacer las necesidades de lo demás.
De repente a ti te pueda parecer esto un comportamiento positivo, pues estás siendo generoso y altruista. Pero el verdadero problema ocurre cuando no haces las cosas de manera genuina; cuando silenciosamente debes soportar situaciones que no te gustan o cuando debes hacer cosas que otros fácilmente pueden hacer, pero no quieren.
Deja de ser bueno todo el tiempo y priorízate más a ti mismo; prioriza tus deseos y tus necesidades. De lo contrario, terminarás albergando en ti sentimientos de frustración, tras no haber podido hacer eso que era primordial para ti.
Así que, si no puedes hacerle un favor a alguien, porque tienes algo importante que hacer, di no y no te sientas mal por ello. Esto, es solo un ejemplo, pues hay muchas situaciones como esta, en las que deberás decir no, ya que primero y primordial estás tú.
2. Deja de mentir… ¡Simplemente sé honesto!
Hay personas que suelen mentir o evadir a otras, tras verse comprometidas ante una determinada situación. Lo mejor en estos casos es ser honesto y decir “no puedo”, “no me gusta” o “no me parece”.
Por ejemplo, si alguien te invita a una actividad, de la cual no tienes ningún tipo de interés en participar, no salgas a decir cosas como: “Sí, mantenme informado” o “Haré lo posible por estar ahí, aunque no es seguro”.
En vez de eso, di algo como: “No, gracias por tomarme en cuenta, pero, no estoy interesado por ahora en participar”.
Siempre vamos a interactuar con las demás personas, pero eso no quiere decir que vamos a mentirles solo para quedar bien con ellas; o que vamos a evadirlas para no hacerlas sentir mal o incómodas.
Es mejor ser franco y no crear compromiso o duda. Ganas mucho más, teniendo esta actitud.
¡Decir sí a todo, es agotador!
Basta de querer complacer a todo el mundo. Esto no es bueno para tu salud física, mental y emocional… ¡Te lo aseguro!
Desarrolla más bien, la habilidad de ser asertivo. Con esto, estarás dando lugar a la madurez, pues te darás cuenta de que no necesitas hacer cosas que no quieres solo para satisfacer a los demás.
Eres libre de decir lo que quieras, de pensar como quieras y de actuar como quieras. Eso sí, respetando también la integridad de los que te rodean.
No intentes comprar el amor de otros, vendiendo una fachada de bondad eterna y absoluta. No busques ser aceptado por otros teniendo un comportamiento sumiso o pasivo.
Exprésate de una manera clara y asertiva, con sinceridad, firmeza y respeto.
Ya para finalizar, comparto contigo esta corta enseñanza de Walter Riso, que puedes también encontrar en su libro “Cuestion De Dignidad : Aprenda a Decir No Y Gane Autoestima Siendo Asertivo”. Dice así:
La asertividad… está diseñada para defenderse inteligentemente. Cuando la ponemos al servicio de fines nobles, la asertividad no sólo se convierte en un instrumento de salvaguardia personal, sino que nos dignifica.
Muchos éxitos y un saludo cordial.
Por: Adrian Alberto ∼ reencontrate.guru
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