La motivación no es otra cosa que esa fuerza impulsora que nos permite llevar a cabo una determinada tarea o acción. Esta a su vez se puede clasificar en dos: la motivación extrínseca, aquella que surge a partir de situaciones externas; y la motivación intrínseca, conocida también como automotivación, la cual se genera en nuestro interior.
Hoy en día, muchas de nuestras motivaciones son de carácter extrínseco, por ejemplo: cuando buscamos la aceptación de los demás en algún círculo social; cuando trabajamos arduamente para conseguir dinero; o cuando estudiamos mucho para obtener un título profesional.
Pero, ¿qué hay de la automotivación?
Bien, aquella motivación que surge de nuestro interior es vital, ya que beneficia a nuestro desarrollo personal e impulsa en nosotros el deseo de superación. Y, a través de ella, podemos analizar cuál podría ser nuestra vocación o nuestro propósito en la vida.
Como se mencionó al principio, nuestras motivaciones en su mayoría son de carácter extrínseco y por lo general, siguen un mismo patrón o esquema:
¡Ojo! Nada de eso está mal. Pero debes saber que esta clase de motivación tiende a ser muy inestable y en cierta medida, muy superficial… ¿Por qué?
Bien, una vez hayas alcanzado estas metas, si no tienes bien fundamentada tu motivación interna, sentirás que todo acabó ahí. Y para poder conseguir más motivación, deberás optar por realizar nuevas actividades.
Sin embargo, la motivación intrínseca va mucho más allá de ello.
La inspiración existe pero ella tiene que encontrarte trabajando.
Pablo Picasso
La automotivación es considerada una potente energía que sale de nuestro corazón y alimenta nuestro cuerpo y mente. A través de ella, podemos emprender y ejercer la búsqueda de la autorrealización.
Este tipo de motivación puede alimentarnos a nivel energético para toda la vida, sin importar lo que esté pasando a nuestro alrededor. A continuación, te presento algunas técnicas útiles que te pueden ayudar a estimular la automotivación:
Aprovecha las primeras horas de la mañana para llenarte de energía positiva.
Empieza a adoptar hábitos que te permitan arrancar el día con buen pie, por ejemplo: hacer ejercicios, practicar meditación, leer un libro, entre otros.
Eso sí, evita ver o escuchar las noticias por la mañana, sobre todo si estas son negativas.
Tu motivación intrínseca depende enormemente de la manera en cómo empieces tus días, por lo tanto, intenta que esas primeras horas de la mañana sean lo más positivas posibles.
El aprendizaje de cualquier disciplina o habilidad, fomenta en gran medida la automotivación.
Dedica un par de horas a diario a leer, ver vídeos o investigar sobre algún tema. Si posees información de algún curso relacionado con algo que te llama la atención, pues inscríbete y empieza a hacerlo.
Hay una multitud de cosas que puedes hacer y que te ayudarán no solo a estimular tu motivación interna, sino que te prepararán profesionalmente.
La automotivación también se alimenta a través de la buena compañía.
Una persona que generalmente se encuentra sola, se desmotiva mucho más fácil que una persona que se encuentra acompañada o rodeada de personas que la motivan.
Así que, trata de rodearte de personas que actúen en positivo. Trata de que sean personas que te den un buen consejo o que simplemente te den un abrazo cargado de buena energía.
¿Qué es eso que te apasiona? ¿Qué es lo que más te gusta hacer? ¿A qué te piensas dedicar?
Pregúntate si lo que estás haciendo ahora, lo haces con el fin de conseguir una recompensa, o si verdaderamente lo haces por vocación.
Es importante que aprendas a conocerte a ti mismo.
Mi recomendación, es que dejes de hacer cosas con el fin de conseguir algo a cambio o de complacer a los demás.
Empieza a indagar sobre cuál es tu propósito en la vida.
En temas anteriores hemos hablado un poco sobre la importancia que tiene el agradecimiento en nuestras vidas.
Muchas de las personas que han alcanzado el éxito a través de su propia motivación, suelen ser agradecidas con la vida.
Agrade cada experiencia, cada caída, cada logro.
Está comprobado que la gratitud estimula el pensamiento positivo en las personas.
Y frente a las situaciones difíciles o las dificultades, no te quedes de brazos cruzados; actúa, pero también agradece. Al final, terminarás aprendiendo de todo ello.
No tengas duda de que habrá momentos en donde sentirás un exceso de motivación o donde tu energía será alta. Un día, vas a querer comerte al mundo, pero al otro día, esa sensación desaparecerá y sentirás que tus días se volverán pesados, dando lugar a la desmotivación. ¡Descuida!, esto puede pasar.
Aunque si a diario pones en práctica estas técnicas de automotivación, esos periodos de inflexión serán sumamente cortos y no causarán interrupción en tu desempeño diario.
El éxito llega cuando tus sueños superan tus excusas.
Pedro Sanz
¡Un saludo cordial!
Por: Adrian Alberto ∼ reencontrate.guru
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