La meditación retrasa los efectos del envejecimiento

La meditación retrasa los efectos del envejecimiento
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La meditación, utilizada como método de relajación, ralentiza el envejecimiento y disminuye la tasa de mortalidad, de acuerdo a un estudio científico.

Las  prácticas consideradas espirituales, como la meditación,  pueden parecer como un mundo totalmente apartado de la investigación científica y biomédica, con su enfoque en los procesos moleculares y los resultados repetibles. Sin embargo, en la Universidad de California, San Francisco (UCSF), un equipo liderado por una bioquímico ganadora del Premio Nobel, se está adentrando en un territorio en el que pocos de los principales científicos se atreverían a pisar.

A menudo, el estrés, la ansiedad y las emociones afectan negativamente nuestra vida diaria. Casi parece inevitable que el envejecimiento nos alcance… Las arrugas, el pelo blanco, el dolor de espalda, la visión débil, son signos comunes de envejecimiento.
Pero… ¿Puede la meditación realmente ralentizar los efectos de la edad? Varios estudios indican que la respuesta es “sí”.

Mientras que la biomedicina occidental ha rechazado tradicionalmente el estudio de las experiencias personales y las emociones en relación con la salud física, estos científicos están poniendo el estado de ánimo como foco central de su trabajo. Están involucrados en estudios serios que insinúan que la meditación podría retrasar el envejecimiento y alargar la vida, tal y como las tradiciones orientales han afirmado desde hace muchos siglos atrás.

La meditación logra retardar el envejecimiento

La ganadora del Premio Nobel, Elizabeth Blackburn, determinó, tras muchísimos estudios, que la meditación puede detener la aceleración del envejecimiento celular aumentando la actividad de la enzima telomerasa, causando impactos interesantes en los genes y las células.

Actualmente existe optimismo entre los científicos con respecto a las posibilidades de utilizar la meditación y otras técnicas de control del estrés, la mejora del aprendizaje y la calidad de vida para mejorar el funcionamiento mental entre los ancianos. También hay una creciente comprensión de que el envejecimiento no sólo está determinado genéticamente, sino que también puede ser modificado por las condiciones ambientales, incluidas las intervenciones no farmacológicas como la meditación.

En el transcurso de nuestras vidas, las células tienden a desgastarse, y cuando los telómeros no pueden proteger los cromosomas adecuadamente, las células no pueden reponerse y funcionan mal.

Esto crea cambios fisiológicos en el cuerpo que aumentan los riesgos de las principales condiciones y enfermedades del envejecimiento: enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer, un sistema inmunológico debilitado y más.

Pero el proceso es algo maleable. Está sucediendo en todos nosotros a un cierto ritmo, pero el ritmo puede cambiar. Una enzima llamada telomerasa puede agregar ADN a los extremos de los cromosomas para disminuir, prevenir y revertir parcialmente su acortamiento.

Pero que son los telómeros?

Los telómeros son una parte repetitiva de  nuestro ADN que se encuentran en los extremos de los cromosomas y su función principal darles estabilidad estructural a estos. Podríamos compararlos con las puntas de plástico de los cordones de los zapatos, ya que impiden que estos se deshilachen.

Puedes retrasar o revertir el envejecimiento cuidando tus telómeros:

El acortamiento de nuestros telómeros contribuye al envejecimiento y las consecuentes enfermedades de la edad. Para alargar nuestros telómeros, o al menos detener su acortamiento, necesitamos mejorar nuestro estilo de vida manejando el estrés crónico, haciendo ejercicio, comiendo mejor,  durmiendo lo suficiente, y sobre todo, meditar a diario.

Esto no es nuevo, sin embargo, nuestra científica ganadora del premio nóbel nos explica en su libro las bases a nivel celular y genético de estas afirmaciones.

El experimento cientìfico:

Se ha proporcionado una nueva base biológica para la conexión mente-cuerpo. Nadie tenía idea de que la meditación tendría sus saludables y bien documentados efectos útiles, en parte a través de los telómeros.

Los cientìficos evaluaron a 200 personas, hombres y mujeres con un promedio de 60 años de edad, cuyos niveles de presión arterial eran un tanto elevados. Se dividieron en dos grupos. Un grupo seguirìa su vida normal, y el otro asistía a un “Programa de Meditación Trascendental”, por 18 años consecutivos. En este programa se incluyeron técnicas ancestrales para lograr la progresiva relajación muscular, aprender a tener la mente en blanco, y la aplicación variada sobre la salud general.

Tod0s los participantes en este estudio fueron sometidas a exámenes neurológicos por imágenes de resonancia magnética (IRM) y tomografía por emisión de positrones (PET).

Al cabo del tiempo se determinó que una reducción de casi el 50% en las enfermedades típicas de la edad (enfermedades cardiovasculares, cáncer, artritis, etc) entre los que participaron en la meditación diaria.

La meditación trascendental recrea en la persona un estado de relajación  y descanso mayor al del sueño profundo

Otros factores que ayudan a preservar nuestros telómeros:

Las personas que hacen yoga o ejercicio aeróbico moderado tienen telómeros más largos que los sedentarios. Mientras combines más tipos de ejercicio, más largos serán tus telómeros.

Las personas bajo estrés crónico severo encuentran que su falta de telómeros se relaciona con la severidad con la que se experimenta ese estrés, y ésto parece más fuerte en personas sedentarias. Se determina incluso que unos 10 a 15 minutos de ejercicio ligero diario logran amortiguar el efecto.

Está bastante claro que si la gente tiene un equilibrio dietético mucho mayor con alimentos naturales en comparación con una dieta rica en alimentos procesados, se verán efectos cuantificables en los telómeros. La ingesta de suplementos vitamínicos es necesaria en muchos casos.

La meditación trascendental:

Con estas pruebas a nivel científico sobre la conexión que existe entre la mente y el cuerpo, es indiscutible que podemos modificar nuestra condición genética a través del manejo adecuado de nuestro cerebro, cuidando lo que pensamos, lo que sentimos y lo que manifestamos. Todo este proceso se logra a través de mantener la mente en calma y utilizar la respiración consciente, lo que nos conecta con la meditación.

Aprende a meditar desde cero aquì.

Por: Loubna Hatem ∼ reencontrarte.guru


Loubna Hatem