A lo largo de éstos eternos meses de confinamiento, se ha creado una renovada tendencia a cultivar plantas en casa. Las personas han descubierto la satisfacción que otorga el hecho de sembrar plantas, ornamentales o comestibles, y verlas crecer y llenar sus espacios de naturaleza viva!
Ver crecer pequeñas semillas hasta convertirse en frondosas plantas, es una actividad importante que está arraigando nuestras raíces a la tierra que nos vio nacer. Es una genial forma de conectarnos con nuestro origen, y alimentar la esperanza de que nuestra vida va a renacer como nuestras semillas.
Y, más que una moda pasajera, cultivar nuestro propio huerto se ha convertido en una actividad tan beneficiosa, que podría compararse con la meditación. Y es seguro que una vez que adquieres ésta forma de vida, ya no podrás dejarla!
Cualquier área de tu casa o departamento sirve para comenzar a sembrar una plantita. Balcones, macetas en rincones bajo una ventana, jardines, terrazas… cualquier lugar es perfecto para ver crecer tu propia planta y disfrutar de su vertiginoso cambio.
En muchísimos países, la venta online de artículos para jardinería, ha rebasado la demanda. Las personas quieren sembrar, y se han dedicado a aprender sobre la siembra de plantas comestibles, para paliar un poco la escasez de alimentos frescos.
Las redes sociales han estallado con diferentes hashtag referentes a jardinería, y hasta los influencers y famosos han comenzado a publicar sus fotos junto a su propio huerto! No importa si es un lugar pequeño, o un enorme terreno. Lo importante es como nos sentimos al dedicar nuestro tiempo a cultivar nuestras propias plantas.
¡Es increíble la cantidad de familias que se han dado a la tarea de cultivar su propio pedacito de tierra en esta pandemia! Con paciencia, cariño y dedicación, muchos hogares han logrado tener un espacio donde pasan gran parte del día en contacto con la naturaleza.
Más que una tendencia, la jardinería en estos tiempos de confinamiento se ha vuelto una manera muy sabia de reajustar nuestra conexión con nuestro medio ambiente. Volver a nuestras raíces ancestrales, donde se dependía de la propia cosecha para subsistir, honrando y venerando la magia divina que envuelve todo lo que tiene que ver con la vegetación y su energía natural.
Existe cierta fuerza estabilizadora en la jardinería, la cual puede conectarnos a tierra cuando nos sentimos mas vulnerables. Si a eso le agregamos agua, sol y mucho amor, nos sentiremos realmente renovados.
Este es un momento maravilloso para convertirte en un jardinero hogareño, ya que no tienes a donde ir, y las actividades caseras se vuelven monótonas. Es un escape a la realidad del encierro, y a la vez se considera un potente método de estar en el aquí y el ahora, centrados en este momento de magia y conexión con lo divino.
Personas alrededor del mundo está recurriendo a la jardinería como un pasatiempo relajante, una actividad familiar que también alivia las preocupaciones sobre la seguridad alimentaria a medida que los bloqueos retrasan la cosecha y distribución de algunos cultivos.
A medida que aumentan las temperaturas y florecen las flores, las personas toman sus palas y se ponen guantes de jardinería en lugar de esos odiosos guantes de látex.
No es que temamos que de un momento a otro vayamos a quedarnos sin alimentos. Tampoco es un intento desesperado por auto-abastecernos, por cultivar ajos y tomates en el balcón de casa por si llegara la escasez. Es un regreso a la naturaleza en tiempos de crisis para encontrar calma, para conectarnos con algo tan primario como tranquilizador. Es conectarnos con nosotros mismos a través de la madre tierra.
La mayoría de nosotros vivimos hoy lo que nunca antes habíamos experimentado: permanecer encerrados en casa por semanas o meses. Estos son tiempos sin precedentes, y requieren que las personas alrededor del mundo, tanteen diferentes formas de vida y subsistencia.
Aunque las crisis están llenas de oportunidades, también emerge a la superficie nuestros miedos y vulnerabilidades.
El acaparamiento de alimentos ha sido muy notorio, y la gente teme que les falte comida. Los sistemas alimenticios tradicionales puedan llegar a un punto de quiebre, ya sea debido a la escasez de mano de obra o al colapso de la demanda.
Para responder a estos temores, un número creciente de personas ha comenzado a cultivar alimentos, y está llamando a otros a hacer lo mismo. Las ventas de semillas están en auge. Se está alentando a las personas a aumentar la producción local de alimentos, tanto en el hogar como en los espacios públicos urbanos.
Las clases tradicionales de jardinería que normalmente se realizaban esporádicamente, ahora se hacen en línea. Las clases y tutoriales de alimentos va en crecimiento, se está extendiendo abundantemente por todo Internet.
Te enseñan cómo elegir un sitio dependiendo de las limitaciones y los objetivos. Para aquellos que nunca antes han trabajado en el jardín, la clave es comenzar de a poco, por ejemplo, simplemente volviendo a cultivar una cebolla o albahaca en una taza de agua junto al alféizar de la ventana. Para los cultivadores más avanzados, se puede crear un suelo apto en cualquier lugar, mediante la superposición sucesiva de desechos verdes y marrones, como restos de comida, cortes de césped, cartón u hojas muertas. Se llama jardinería lasaña , y funciona incluso en concreto, que es perfecto para entornos urbanos.
Nada se compara al contacto directo con nuestra madre tierra creadora, que nos nutre, nos abastece, y nos regala la energía perfecta que proviene de sus frutos.
Este tipo de actividad en vertiginoso crecimiento, es perfecto para alentar a los niños y adolescentes a aprovechar su tiempo en el hogar y participar activamente en la creación de los huertos. Para los niños, la jardinería puede ser particularmente divertida, ya que les muestra cómo reutilizar objetos como restos de alimentos o recipientes de huevos, y disfrutan viendo una semilla convertirse en una planta.
Los experimentos en el jardín pueden ayudarlos a sobrellevar el aburrimiento, reintegrarse en la vida hogareña y tener una buena razón para dejar por unas horas la tableta o el smartphone.
En general, el cultivar plantas en casa, bien sea dentro o fuera en el jardín, viene siendo una actividad muy positiva para el bienestar mental . En estos tiempos inciertos, ayuda especialmente a liberar la ansiedad al conectarte con la naturaleza. Brinda a las personas la oportunidad de hacer algo que es hermoso y útil, y proporciona una sensación de seguridad.
Es enriquecedor observar y nutrir una planta para que crezca. Cuando se convierte en adulta, y finalmente se puede comer. Nos recuerda que un poco de cuidado y amor, crearemos algo de la nada. Ya no seremos tan vulnerables a la dependencia alimenticia externa.
Por: Loubna Hatem ∼ Reencontrate.guru
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