Después de una decepción, no vuelves a ser el mismo
Para empezar, quiero compartir contigo una frase que dice: “La decepción duele más que el enojo”.
Esta frase me la dijo una vez alguien que sufrió una traición de parte del ser que más amaba… ¡Era comprensible su malestar y su dolor!
Sin embargo, cuando una persona nos engaña, aparte de hacernos daño, también nos deja una enseñanza y nos brinda una oportunidad de crecimiento personal.
Puede que en la vida hayamos recibido muchas traiciones y engaños. Pero, aunque no me creas, todo ello trae consigo un aprendizaje. Todo ello cambia nuestra forma de ver las cosas.
Por más difícil que a veces parezca, lo mejor es tratar de canalizar nuestras emociones y aprender de lo que nos lastimó. Sobre todo, si queremos seguir adelante y conquistar la vida.
Después de una decepción no vuelves a ser el mismo
Cada vez que una persona sufre una decepción o un engaño, se produce un impacto emocional en ella que le produce tristeza, malestar, dolor, rabia, etc.
No obstante, queda de parte de ella misma el poder superar la situación y avanzar… Por supuesto, ¡esto no es algo sencillo de hacer!… Pero, se puede lograr.
Actualmente, ¿estás viviendo algo similar? ¿o has sido víctima de algún engaño?
Si es así, lo primero que debes tener en cuenta es cómo debes actuar frente a la situación. Aquí, te doy algunas recomendaciones:
1. No pienses lo peor de ti
Muchas personas que sufren un engaño, por lo general, terminan pensando que quizás no son lo suficientemente buenas para alguien más. Su autoestima decae.
Pero, cuando somos víctimas de un engaño o afrontamos una desilusión, no significa que hay algo mal en nosotros. Simplemente, nuestra forma de ser no encajaba con la de la persona que nos hizo daño… ¡Eso es todo!
¡No pienses lo peor de ti!… ¿Sabes algo?, existen cientos de personas en este planeta que definitivamente son las apropiadas para nosotros…
Hay muchas personas afuera en el mundo que esperan por ti y que te aceptarán tal y como eres. No requerirás de ningún esfuerzo para encajar en sus vidas.
Es cierto que lo más difícil no son las desilusiones, sino el hecho de saber de dónde vienen. Y es que a menudo las decepciones provienen de personas que realmente estimamos o amamos.
Pero, tranquilo o tranquila… la desilusión debida a la traición no debería atormentarte. Sencillamente, es algo pasajero que sanará y que dejará una gran enseñanza en ti… ¡Tenlo por seguro!
2. No te quedes en un mismo sitio… ¡Avanza!
Existen muchas desilusiones que, a veces, nos hacen dudar de todo aquello en lo que creemos. Aun así, debes entender algo:
No todas las personas que nos rodean van a actuar de acuerdo a lo que nosotros esperamos.
Por eso, he aquí algunos consejos:
- Dale a cada persona el valor que merece según lo consideres y no te crees expectativas tan altas. Lo mejor es que las cosas se vayan dando de manera natural. Así que, no te precipites en hacerte ideas de cosas que podrían llegar a ser; de lo contrario, terminarás decepcionándote mucho.
- Deja de creer que las cosas que tú haces por los demás te serán devueltas de la misma forma.
- Acepta que las decepciones siempre serán parte de tu vida. Con esto no me refiero a que todas aquellas personas que conozcas van a decepcionarte y que, por eso, debas cerrarte. Pero sí debes tener presente que, aunque no lo desees, habrá personas que te fallarán. Recuerda que, cada individuo tiene su manera de ser, pensar y actuar. Y si todo esto no va de la mano con lo que nosotros hacemos, pues terminaremos decepcionándonos.
- No permitas que el negativismo se apodere de ti o que la desconfianza te acompañe a donde sea que vayas. No pierdas la ilusión de conocer gente, de tratar a alguien más. De lo contrario, esto solo te convertirá en una persona solitaria y triste.
Las decepciones pueden doler. Pero, también pueden hacer que veamos las cosas desde otra perspectiva y que cambiemos nuestra forma de pensar. Eso sí, no permitas que estas te arrojen a un abismo y tampoco te quedes en un mismo sitio… ¡Avanza!
3. Observa cada decepción como un regalo
A veces, las desilusiones pueden ser un gran obsequio. Estas pueden ayudarnos a darnos cuenta de quiénes son realmente las personas que nos rodean, que nos aman o aprecian.
Una traición puede hacerte ver que esa persona que tanto creías te amaba, realmente no te apreciaba.
Sin embargo, debes entender que esa persona, en realidad, no te merecía en su vida. Por lo tanto, debes sentirte agradecido de que haber finalizado esa etapa.
¡Y sí! Las decepciones o desilusiones muchas veces nos dan una lección y nos ayudan a crecer. Simplemente, hay que aprender hacerles frente.
Recuerda que, estamos en este mundo para aprender, para experimentar cosas nuevas, para vivir nuevas aventuras y para atrevernos a hacer cosas diferentes… Incluso, si en el camino se presentan tropiezos o las cosas no salen cómo lo esperábamos.
Así que, seguí adelante… ¡No desmayes!
Por último, te recuerdo que, en este espacio, encontrarás una serie de herramientas, talleres y cursos que pueden ayudarte con tu crecimiento personal y espiritual… ¡Échales un vistazo aquí!
¡Nos vemos!
Por: Adrian Alberto ∼ reencontrate.guru