El éxito es estar a gusto con tu propia vida

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Existen muchas maneras de definir el éxito, sin embargo, una definición que podría encajar para la mayoría es que el éxito es estar a gusto con nuestras propias vidas. Esto lleva consigo un estado de satisfacción, que puede ser independiente de los parámetros que podrían asociarse al éxito.

El éxito, como la felicidad, como la paz, hasta el mismo amor, lo mide cada quien, lo siente cada quien muy a su manera, lo cual lo hace pertenecer al grupo de elementos subjetivos. De hecho, alguien puede sentirse muy exitoso con su vida, mientras que otra persona desde otra perspectiva puede considerarlo todo lo contrario a alguien exitoso.

Sin embargo, lo importante es cómo te sientes tú con tu vida, más allá de cómo te vean los demás. Lo ideal es mirarnos con amor y reconocer cada uno de los pasos que damos hacia donde queremos dar, pero siempre, sobre todas las cosas, disfrutar del camino.

Ubica la felicidad en el camino

Podemos tener metas que asociemos a nuestra realización, pero la felicidad no la debemos ubicar allí, porque la felicidad es algo que debemos procurarnos cada día. A veces podemos ser muy duros con nosotros mismos, podemos desvalorar lo que hemos conseguido, compararnos con personas que consideramos más exitosas, sentirnos estancados y sin suficientes capacidades para lograr ubicarnos en las casillas en donde queremos estar y es allí donde las cosas se tornan cuesta arriba.

Si nos encargamos de maltratarnos en el trayecto de la vida, muy probablemente no importe la posición que alcancemos, la familia que tengamos, los ceros en la cuenta o cualquier otro escenario al que le demos importancia, no nos sentiremos exitosos.

Siéntete exitoso

El éxito es como el dinero, quien tiene mentalidad ligada a la escasez, no importa cuánto dinero llegue a tener, se sentirá pobre… Si una persona permanece conectada al no puedo, a las limitaciones, al fracaso, no importa cómo sea su vida, siempre se sentirá como un jugador de segunda.

Así que comencemos a sentirnos a gusto con nuestras vidas. Comencemos a generar cambios desde el amor y el respeto hacia nosotros mismos. Si algo nos disgusta, pues procuremos cambiarlo, si no es posible, aceptémoslo desde el amor y vayamos hacia adelante sin recriminarnos de manera constante.

Ser exitoso no te asegura la felicidad, pero la felicidad te da más posibilidades de éxito.

Podemos tener un sinfín de personas alrededor alentándonos o desanimándonos, pero el verdadero efecto, la verdadera influencia la determinará el concepto que tengamos de nosotros y de lo que estamos haciendo con nuestras vidas.

Haz una lista de todas esas cosas que sientes que has hecho bien, de todas las cosas con las que te sientes satisfecho, las que te aportan tranquilidad, las que tienes disponibles, las victorias que has alcanzado, los retos que has asumido… ¡Te aseguro que la lista es muy larga! No te opaques a ti mismo, no menosprecies tus logros o tus esfuerzos. Todos vamos aprendiendo y avanzando a nuestro ritmo y aquí no hay reglas para la realización.

Aprende a sentirte a gusto con lo que tienes, mientras obtienes lo que quieres

Tú eres el único que puede decidir sentirse satisfecho o inconforme con tu vida y la inconformidad puede ser un gran motor, porque nos impulsa a buscar más, pero es un motivador peligroso si se trata de un estado permanente. Una persona con naturaleza inconforme, difícilmente alcanza la felicidad. Porque para ella siempre habrá una manera mejor de hacer las cosas, una familia mejor, alguien con más dinero, con una casa más bonita. Como los puntos de comparación y las referencias pueden ser incalculables, pues esta persona pasará gran parte de su vida, si no toda, insatisfecha con lo que es y con lo que tiene.

No es más rico quien más tiene sino el que menos necesita.

Si aún no te sientes a gusto con tu vida, comienza a considerarte exitoso, comienza a reconciliarte con lo que eres y con tu abundancia actual y comenzarás a sentir cambios importantes en tu vida.

Por: Sara Espejo – Reencontrate.com