Me perdono por las oportunidades que no tuve el coraje de tomar

Me perdono por las oportunidades que no tuve el coraje de tomar
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Quizás les pasa que viven de alguna manera lamentándose por esas oportunidades que dejaron pasar, por ese tren al que no se subieron, por miedo, por no poder salir de lo conocido, por darle prioridad a otras… el punto es que dejaron pasar algo que piensan ahora hubiese sido beneficioso para sus vidas.

Pues es momento de liberarnos y de perdonarnos por aquello que dejamos pasar, incluso si pensamos que esa oportunidad nos hubiese llevado catapultado a donde nos gustaría estar. No importa cuáles fueron los motivos, no podemos cambiar las decisiones que tomamos, ni devolver los pasos andados. Lo que pasó, ya no podemos cambiarlo y debemos aprender a ver las oportunidades que se nos presentan. Debemos estar atentos a aquellas que vendrán a futuro, entendiendo que ellas nunca aparecen de la nada, sino que vibramos con ellas y las atraemos.

Así que nuestro trabajo es dejar atrás todos esos pensamientos que nos hacen sentir que nuestra vida podría ser mejor ahora, en caso de haber tomado esas decisiones que por un motivo u otro dejamos pasar en nuestro pasado. Además de enfocarnos en lo que queremos y las oportunidades que deseamos.

Hay una gran diferencia entre enfocarnos en aquello que la carencia de algo o enfocarnos en lo que deseamos, porque parece similar pero una nos conecta con emociones negativas. Mientras que la otra lo hace con emociones positivas, a través de una u otra, vamos a atraer aquellas experiencias que estén en sintonía con cómo vibramos.

Dejar de añorar lo que no podemos tener

Por lo que vamos a dejar de añorar aquello que no podemos tener para conectarnos con lo que sí tenemos y nos agrada y lo que podemos conseguir. Dejemos de auto-torturarnos por una simple hipótesis en donde nos vemos en una mejor situación solo a través de nuestra imaginación. No sabemos si aquello iba a resultar un completo caos, quizás no, pero existe la probabilidad de que sí, así que ante la duda, vamos a bendecir lo ocurrido y a dejarlo atrás.

Si tuvimos o no coraje, eso no es más que una percepción, muchas veces seguimos nuestra intuición y ni cuenta nos damos de que por algo en particular no estamos eligiendo un camino y podemos darle diversas justificaciones, sin que podamos notar que simplemente no teníamos que irnos por allí.

Las oportunidades que se dejan pasar le permiten cabida a otras

oportunidades

A veces el dejar pasar una oportunidad, representa darle cabida a otra que quizás pueda estar por llegar. Así que no perdamos tiempo con pensamientos estériles que lo que hacen es conectarnos con el malestar y aprendamos a ver hacia adelante mientras disfrutamos del presente y de cada paso.

Cada experiencia nos ayuda a crecer y ésa es la oportunidad que realmente nunca debemos perder, independientemente de lo que vaya en el medio. La oportunidad de aprender, de conocernos, de salir de nuestra zona de confort, de detectar el mejor momento para actuar, de diferenciar con propiedad aquello que queremos realmente de lo que solo es un capricho del ego.

En todo caso siempre debemos ser sutiles y cuidadosos con nosotros y perder la costumbre de auto-castigarnos por no haber hecho las cosas de una manera determinada. Estamos en un proceso de continuos cambios y mejoras y como vemos las cosas hoy, no necesariamente se iguala con la manera en la cual las veíamos ayer.

Aprendamos a fluir y a divertirnos, si no nos montamos en esa ola, estemos conscientes de que nos quedan miles más… Los límites solo están en nuestra mente y siempre podemos ampliar la zona en la cual nos desenvolvemos, procurando generar las mejores experiencias con los mejores resultados, incluso mejores que cualquiera de nuestras expectativas.

Por: Sara Espejo – Reencontrate.guru


Sara Espejo