Nunca atribuyas a los demás la culpa de tu situación

Nunca atribuyas a los demás la culpa de tu situación
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Es cómodo pensar que estamos en algún lío que nos cuesta resolver, por culpa de alguien más o de alguna situación que no está en nuestras manos. Pero lo cierto es que siempre estamos donde estamos gracias a lo que hemos construido, a las decisiones que hemos tomado, a las oportunidades por las que hayamos optado o las que decidimos dejar pasar.

A cada momento hay varias realidades cohabitando, hay quien están pasando mucho trabajo, mientras que hay otros viviendo cómodamente. Hay quienes se están divorciando y otros que disfrutan placenteramente de su vida en pareja. Hay quienes están muriendo, mientras otros nacen o viven a plenitud… La vida está llena de contrastes, de realidades, así como es tan cierta una, es tan cierta la otra.

¿Qué factores marcan la diferencia?

Y en medio de una crisis económica global, hay quienes se dedican a sacarle provecho a la situación y hacen mucho dinero, mientras que otros se van a la quiebra. Los mismos factores que influyeron en una persona para llevarla a la quiebra financiera, son los que llevaron a otra persona al buen posicionamiento económico. Luego, ¿en dónde radica la diferencia?

En cómo se mueve cada quien, cómo utiliza sus piezas, sus contactos, su conocimiento y cómo pone las cosas a funcionar a su favor o bien hace o deja de hacer cosas que lo dejan en una inercia que lo consume… En resumen, la diferencia radica en las decisiones y las acciones que se tomen.

La ventaja de sabernos dueños de la vida que creamos, es que no importa lo que pase afuera, ni lo que otro hagan, somos nosotros los que decidimos, los que actuamos, los que decimos, somos nostros los que atraemos. Gracias a cada paso, a cada pensamiento, a cada impulso, a cada decisión que hemos tomado, estamos hoy donde estamos.

¿Le hicimos caso a ese que nos dijo que no servíamos para algo y luego nos arrepentimos? Nosotros le hicimos caso y tomamos una decisión, nosotros. Cada quien es libre de decir lo que sea, de hacer lo que sea. Pero también cada quien incluye a su vida, integra a su experiencia cada cosa de la manera que quiere o que puede de acuerdo a sus recursos, herramientas, capacidades y experiencia.

Aprendamos a tomar las riendas, a tomar ese lápiz con firmeza, porque sí que alguien va a querer escribir por nosotros, pero lo hará únicamente si se lo permitimos. Es muy triste llegar al final de nuestros días y darnos cuenta de que nuestro libro tiene un montón de anotaciones que no son nuestras, pensando que alguien más tuvo la culpa de lo que no nos salió bien y que dejamos de hacer mucho de lo que queríamos por otras personas.

La responsabildiad nos libera

culpa

Asumamos responsabilidad, dejemos de pensar que la suerte tiene alguna influencia, que nos va bien o mal por la situación del país. Tomemos la inspiración que nos haga falta de todos los casos de éxito que existen. Guiémonos por esas personas que desafiaron el destino, que se sobrepusieron a sus limitaciones y que construyeron lo que desearon, incluso mucho más de lo que en algún momento imaginaron poder construir.

Solo tengamos fe en nosotros y en la vida misma, que nos complace en todo. Incluso en que todo se sienta en nuestra contra y los demás tengan gran influencia en lo que nos pasa. Porque esto no deja de ser una creación. Vivir bajo la sombra de alguien es una decisión, pero no es la mejor que podemos tomar si queremos sentirnos realizados con nuestras vidas.

Dejar de culpar a los demás de lo que nos ocurre es un gran paso para comenzar la vida que queremos vivir.

Por: Sara Espejo – Reencontrate.com


Sara Espejo