Noche oscura del alma se le llama metafóricamente a esa fase de crisis existencial en la que se pierde totalmente el sentido de la vida. En esa fase generalmente la depresión suele alcanzar su máxima potencia anulando las ganas de vivir o de seguir adelante.
Esta definición fue tomada del poema de San Juan de la Cruz “la noche oscura del alma” y narra el viaje que hace nuestra alma a través de las dificultades de este mundo para llegar a la luz en unión con nuestro creador.
Muchas veces esta crisis existencial llega en momentos claves de nuestra vida para darnos un sacudón.
Se producen cambios importantes y hasta radicales en nuestra realidad. Estos cambios pueden desencadenarse de formas muy diversas o dolorosas, como la pérdida de un ser querido, catástrofes, separaciones…
Se desatan en nuestro interior emociones intensas que al final nos harán aprender, madurar, crecer y evolucionar.
El proceso de la Noche oscura del alma, nos obliga a hacer cambios radicales en nuestra forma de percibir y vivir la vida. Si crees que estas atravesando esta etapa de la vida, no temas, a veces hay que tocar fondo para poder tomar el impulso y levantarse.
Pero debemos saber que, como seres humanos, tenemos un instinto de supervivencia que generalmente es más fuerte que ese lado oscuro que tiende a la rendición.
Luchamos y buscamos fuerza en nosotros mismos como jamás lo habíamos hecho, y eso nos lleva inevitablemente a buscar a Dios…
Este viaje de la noche oscura del alma nos lleva a querer con ansias descubrir el para qué y por qué estamos aquí en este momento, en esta vida, en este sufrimiento…
La profunda y dolorosa crisis existencial muchas a veces nos puede llevar a alejarnos de todo, a separarnos de las personas, a destruir hábitos, desechar lo inservible, a enfrentarnos a nosotros mismos en un intento muchas veces inconsciente de recuperar nuestra verdadera esencia.
Dicen que es inevitable experimentar la noche oscura del alma para que la inspiración y la sabiduría toquen a nuestra puerta. También dicen que puede sucedernos una o varias veces en la vida.
De lo que debemos estar conscientes es de que después de la tormenta siempre sale el sol, siempre llega la calma. La meta es sostenerse mientras dure la tempestad. Lo que es seguro es que tarde o temprano encontraremos un nuevo sentido de la vida.
Si logramos llevar esta crisis a nuestro favor, aprenderemos a valorar aún mas lo que tenemos. Y aunque en la oscuridad es difícil ver claro, el reconocer que estamos pasando por un proceso doloroso con un propósito, suele ser el primer paso que nos lleve a la luz.
En medio de ese abismo podría parecernos que no hay salida, pero ese terrible desequilibrio emocional puede ser dominado si logramos hacernos consientes de nuestros sentimientos y emociones.
Cerrar los ojos, respirar, meditar, darnos cuenta de que por algún motivo, por algo o por alguien seguimos aquí, nos ayuda a aceptar el momento que vivimos, nos ayuda a aceptarnos y también a perdonarnos.
Para renacer, primero hay que convertirse en cenizas.
Nietzsche
Hacer consiente lo inconsciente duele, para muchos es una prueba de resistencia emocional, pero no debemos tener miedo de hacerlo en beneficio de nuestra evolución.
Los Teósofos pensaban que este proceso es parte de una metamorfosis para fortalecernos y dar el salto de evolución. Es el camino al encuentro de los seres de luz que realmente somos. Es durante ese despertar que aparecen los maestros o guías espirituales en nuestras vidas, y si sabemos reconocerlos, podremos ver el aprendizaje y la transformación que nos traen.
Es bien sabido que la meditación proporciona alivio del estrés, la ansiedad y nos ayuda a ser más conscientes de las experiencias mientras ocurren. Nos ayuda a centrarnos en nosotros mismos.
El apego se basa en el miedo y la inseguridad. Uno de los motivos mas trascendentes que nos llevan al proceso de oscuridad es pasar por alguna perdida. “Trabajar el Dejar ir” el aceptar que la seguridad es una ilusión, nos da una sensación de libertad que ayuda a salir de la oscuridad.
Cuando buscamos constantemente la seguridad, es probable que pasemos toda la vida persiguiéndola.
Sabemos que es difícil pensar en hacer ejercicio físico en ese estado de depresión y desgano, pero es muy bueno intentar hacer caminatas en sitios agradables y en contacto con la naturaleza, compartir y conversar con otras personas, puede ayudar mucho a dominar los niveles de ansiedad y depresión.
Si piensas que te hace falta buscar ayuda médica o psicológica, hazlo. Es parte de hacernos consientes de nuestras limitaciones. Buscar apoyo es un paso importante si sientes la necesidad de hacerlo.
Leer, buscar información acerca de los que nos sucede, nos da la confianza y seguridad de que no estamos solos en este proceso y nos ayuda a vislumbrar el camino de salida a través del conocimiento.
Por ultimo, el crecimiento espiritual se da cuando verdaderamente se desea. El proceso de la noche oscura del alma es único y personal. Podemos pasar por el abandono, la perdida de fe y la depresión mas profundas, pero si está en nuestra intención renacer y encontrar de nuevo el camino, llegara el amanecer y el sol iluminara nuestra vida de una forma totalmente diferente. La fuerza esta en la voluntad.
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