¿Alguna vez has sido víctima de la procrastinación?… Esta sucede cuando tienes algo muy importante que hacer, pero por alguna extraña razón, postergas y lo efectúas luego… ¡Quién no ha pasado por esto!
Sabes muy bien que tienes cosas que adelantar, pero tu cerebro en ese momento decide que no quiere hacerlas. Todo el tiempo estás postergándolas y terminas enfocándote en otras actividades que son quizás, más placenteras.
Una mente procrastinadora afecta en gran medida la productividad y reduce considerablemente la calidad de lo que se espera lograr. Sin embargo, te traigo tres formas de disciplinar tu cerebro y de orientarlo en eso que de verdad, es importante para ti.
Por más que tengas metas claras, si procrastinas o sigues postergando lo que debes hacer, no lograrás absolutamente nada. Mas bien, pasarás de procrastinar, a esperar el día de mañana. Esto último, no te traerá nada positivo.
Tú puedes retrasarte, pero el tiempo no lo hará.
Benjamin Franklin
¡Toma acción a partir de hoy! ¡Y actúa desde ya!… Empieza poco a poco a realizar cambios que representen una verdadera transformación en cuanto a eso que tienes que hacer, pero que de una u otra manera has estado evitando o postergando.
Ante todo, debes saber que tu mente es una herramienta muy poderosa, pero así como es poderosa también es una experta en crear excusas para que no hagas lo que sabes que tienes que hacer.
En ocasiones, tu mente te dirá cosas como: “Mejor lo hago mañana”, “Esto no es tan importante, así que lo haré luego”, “Esperaré a sentirme mejor para empezar a hacerlo”… ¿te resultan familiar estas frases?
Es sumamente importante que trates de disciplinar tu mente y que modifiques su estructura para que deje de salirse con la suya.
Presta atención a estos sencillos consejos que te ayudarán a cambiar tu mentalidad:
No pretendas llevar a cabo una meta rápidamente o de un buena vez. Es necesario que trabajes poco a poco en ella; para esto colócate objetivos diarios que abarquen un periodo considerable de tiempo, de forma que puedas lograr su posterior cumplimiento.
Por ejemplo, si deseas bajar de peso, debes estar consciente que esto no se puede llevar a cabo de ya para ya. Puedes en cambio, llevar un diario de objetivos en donde cada día escribas las cosas que debes hacer para lograr esa meta, es decir, para hacer eso que debes hacer sin necesidad de postergar o dar tanta prórroga… En ese diario, puedes colocar cosas como:
En esta semana me propongo a:
Al final del día y antes de dormir, evalúa qué es lo que hiciste bien o si cumpliste con los tres objetivos planteados. Si lograste hacerlo, recompénsate a ti mismo. ¡Pero ojo! Con recompensarte no quiero decir que esa noche vas a optar por tener una cena grasosa.
Para recompensarte de buenas maneras, haz algo que disfrutes, pero que no afecte tus objetivos. Por tanto, lleva un control diario de tus objetivos y antes de dormir dedica un par de minutos a evaluarlos y a planificar próximos objetivos.
Si aplicas esta metodología, esa meta que por tanto tiempo se te ha hecho difícil, la lograrás alcanzar.
Tu mente puede llegar a ser manipuladora. Un ejemplo sencillo que evidencia este hecho sucede cuando tienes que realizar una actividad en el computador; las redes sociales como Facebook, Instagram o Twitter parecerán ser mucho más entretenidas que llevar a cabo tal actividad. Otro ejemplo: si debes leer un libro, las series de Netflix se volverán mucho más irresistibles de ver.
Todo esto sucede porque tu mente de una u otra forma, es adicta al placer, así que buscará satisfacer esa necesidad llevando a cabo actividades que son más placenteras.
Nuestro cerebro se puede comparar con un computador. Un computador se puede reprogramar, por lo tanto es conveniente que intentes reprogramar tu cerebro para que asocie el placer con aquellas actividades productivas.
Para ello, debes imaginar todo lo positivo que te aportarán todas estas actividades productivas en el futuro. Esa motivación positiva es la que hará que tu cerebro se reestructure. Si nunca has aplicado esta técnica anteriormente, probablemente todo esto te resulte difícil al principio; sin embargo, debes mantener la constancia y la perseverancia. Sigue intentando, debes domar a tu mente hasta que notes la diferencia y elimines por completo la procrastinación.
Te voy a compartir una técnica muy eficaz para dejar de procrastinar. Es un método llamado “La regla de la cuenta regresiva”, la cual es muy sencilla y efectiva.
Cuando tengas que hacer algo, pero sientes una sensación de no querer hacerlo en el momento, realiza una cuenta regresiva del 5 al 1 y hazlo.
Un ejemplo sencillo: Llevas varios días queriéndote levantar a las 7 de la mañana para salir a trotar, pero al escuchar el despertador, tu mente te dice: “¡No! sigue durmiendo, ¡está recómoda la cama!, no salgas”… En ese preciso momento, empieza a realizar en tu cabeza la cuenta regresiva… 5, 4, 3, 2, 1… Y antes de que termines de contar el número 1, levántate rápidamente, ponte tus zapatos deportivos y sal a trotar.
¡Es sencillo! Solo es cuestión de que no lo pienses tanto. Esta técnica ha sido comprobada por muchas personas como efectiva. Solo es cuestión de que no busques excusas y evita ante todo crear justificaciones que impidan que no hagas lo que tienes que hacer.
Te aseguro que aplicando estas técnicas notarás un cambio en tu forma de pensar y de llevar a cabo tus cosas. Serás más disciplinado y evitarás en gran manera a la procrastinación. Así mismo, le estarás demostrando a tu mente quién realmente está a cargo de la situación, es decir, tú mismo. Y recuerda:
La vida siempre comienza un paso fuera de tu zona de confort.
Shannon L. Alder
¡Muchos éxitos!
Por: Adrian Alberto ∼ reencontrate.guru
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