Tensión entre parejas en condición de aislamiento

Tensión entre parejas en condición de aislamiento
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Un espacio limitado para cualquier pareja durante un tiempo indefinido, puede ser el escenario perfecto para múltiples dinámicas. Algunas de estas dinámicas favorecerán las relaciones y otras quebrantarán las parejas.

Evidentemente cómo se hayan llevado las relaciones hasta el momento del aislamiento tendrá mucho que ver en lo que resulte de este período. Si una pareja se trata normalmente de forma respetuosa, cariñosa, considerada y empática, estos solo dan paso a esa continuidad en cuanto a lo que se da y se recibe de lado y lado. Aunque sabemos que la convivencia es complicada y el 24×7 puede incidir negativamente en la conducta individual y de pareja.

Las parejas que vengan con fracturas y fisuras, sin más frágiles en estas condiciones. Sin embargo, pueden considerar esta oportunidad para reconectar con esa persona, para replantear proyectos comunes, reconocerse mutuamente, compartir tiempo de calidad y abrirse un espacio común en sus vidas que quizás estaba disuelto.

Nada ocurre por casualidad, esta situación, nos encontremos solos o en pareja es una muy buena oportunidad para replantearnos qué queremos a nivel sentimental, con quién deseamos compartir nuestros caminos, qué estamos dispuestos a dar y quizás qué podemos modificar en nosotros a fines de ofrecer un mejor paquete, no con el ánimo de ser aceptado, sino con las intenciones de reconocer oportunidades de mejora y tomar acciones al respecto.

Las actitudes que más perjudican a las parejas en cualquier momento de la convivencia, más en la de convivencia aislada y debemos evitar si no queremos hacer de este tiempo algo más difícil de llevar, son las siguientes:

Irrespeto:

El respeto abarca muchas cosas, una conducta irrespetuosa va desde no contestar un buenos días, hasta ignorar a otra persona. El trato en estos momentos debe estar cargado de respeto.

Desconsideración:

El no colaborar, el pretender que el otro lo haga todo es una falta de consideración. Debe haber una distribución equitativa de responsabilidades que haga sentir cómoda a ambas partes de la relación.

Violencia:

Definitivamente la violencia agrava todas las condiciones de convivencia y el ser violentos de forma verbal o física en medio de una condición de aislamiento puede traer consigo verdaderas tragedias.

Apatía y desinterés:

Puede que no estemos muy animados, pero el hacer un intento por atender al otro, estar pendiente de sus cosas, interesarnos en cómo está, qué opina y cuáles son sus inquietudes favorece la relación de pareja y hace más llevadera esta situación.

Lejanía:

El estar con alguien y necesitar tiempo a solas puede ser una demanda muy válida, pero intentemos que no sea la que predomina, para no convertirnos en fantasmas cohabitando. Procurar reservar momentos y espacios para la soledad resulta muy beneficioso.

Desaseo o descuido personal:

El hecho de estar encerrados y no tener que salir de casa, puede flexibilizar los hábitos de cuidado personal de cada quien, si se está solo, esto no es mayor inconveniente dependiendo del grado, pero si se está en compañía de la pareja, cada quien debe hacer lo propio para al menos no incomodar a su pareja.

parejas

Desorden:

Si estamos encerrados en un ambiente, lo mínimo que debemos pretender es que el espacio al que estamos limitados esté en orden. Eso ayuda a la mente a estar en calma y se hace un buen marco para la armonía, en este caso de pareja.

Egoísmo:

Debemos pensar que se es más de uno, por lo que tomar en cuenta y procurar el beneficio del otro tanto como el propio es una buena actitud, en especial durante estas condiciones.

Esto en definitiva puede sacar lo mejor o lo peor de nosotros, tratemos de que sea lo mejor y que nuestras relaciones se vean fortalecidas. Si concluimos durante este periodo que no queremos continuar, también es válido. Pero llevemos esta transición de la mejor manera, dando prioridad a lo que la merece.

En caso de violencia en la pareja, es conveniente evaluar opciones de separación  temprana, entendiendo los riesgos que conlleva la presión que pueda agregar la situación que atravesamos.

Si hay niños en casa, multiplicar los esfuerzos para una convivencia armónica, es el mejor plan.

Por: Sara Espejo – Reencontrate.com


Sara Espejo