Hoy, quisiera compartir contigo ciertos aspectos que debes tener presente a la hora de estar en pareja con alguien más. Te hablo de aspectos que tienen que ver más con una señal de alerta. El mensaje aquí, es el siguiente: “¡cuidado!, tu pareja probablemente no te ama y, en lugar de ello, puede estar intentando manipularte».
En toda relación amorosa, bien sea matrimonial o de noviazgo, siempre habrá aspectos a mejorar. Sin duda alguna, siempre se presentarán conflictos y será necesario llegar a un acuerdo para que juntos puedan amorosamente superarlos.
No obstante, existe una gran diferencia entre solicitar amorosamente que un aspecto de la relación sea atendido o tomado en cuenta, y que se exija un cambio.
De esto, vamos a hablar un poco más a continuación:
Una persona que realmente dice amarte, nunca te pedirá lo siguiente:
Si tu pareja considera que no es necesario que tengas redes sociales o intenta controlar el contenido que debes publicar en ellas, está teniendo una falta de respeto contigo. Además, está yendo contra tu libertad de expresión.
Viceversa. Si él o ella no tiene redes sociales, deberás respetar su posición. Por ejemplo, no puedes pedirle que abra una cuenta en Instagram para que ponga fotos de los dos si no está de acuerdo con usar este tipo de redes.
Si tu pareja es completamente reservada y no quiere compartir aspectos de su vida personal a través de Facebook o Instagram, deberás respetarla.
Por otro lado, si tú eres una persona abierta a la que le gusta compartir públicamente su vida personal, tu pareja no te puede prohibir que lo hagas. Está mal que te diga cosas como: “no subas fotos en esa pose”, “no le des ‘me gusta’ a las fotos de esta persona” o “no pongas fotos tan insinuantes”.
Así pues, hay que tener muchísimo cuidado con esto. Tus redes sociales son una forma de cómo te muestras al mundo. Es válido que tu pareja tal vez se sienta un poco incómoda al ver que estás subiendo fotos muy sugestivas en tus redes. Sin embargo, hay formas de comunicarlo y siempre debe existir el diálogo mutuo. Es mejor usar palabras como:
Esto, por supuesto, es muy distinto a que te juzguen y te digan cosas como:
¡Así es!… Mucho cuidado si la persona que amas te pide que, por ejemplo, cambies tu apariencia. Cuando te dicen cosas como: “estás muy gordo (o gorda)”, “deberías arreglarte un poco más” o “no pienso salir contigo si vas vestido (o vestida) así”; en lugar de mostrarte amorosamente que se está preocupando por tu apariencia, en realidad, te está haciendo saber que no te aprueba y que, por ende, te rechaza.
Existe una línea muy delgada entre la preocupación genuina por el bienestar físico y la apariencia de la otra persona. Una línea que, por supuesto, hay que evitar cruzar.
Si tu pareja te está diciendo genuinamente que está preocupado o preocupada por ti y por tu salud, hasta ahí llega su responsabilidad. Ahora bien, será tu papel tomar en cuenta dicha recomendación y revisar si realmente estás dispuesto a cambiar hábitos que traigan bienestar a ti y no a otros.
Recuerda también que existe una gran diferencia entre una sugerencia hecha desde el amor y una exigencia. Por ejemplo, no es lo mismo decir: “Mi vida, aliméntate mejor para que tengas más energía”. A decir: “está gordísimo (o estás gordísima), tienes que bajar de peso”.
No es correcto que esa persona que dice amarte te pida que renuncies a tu vida familiar o a tu vida social. Y si lo hace, es porque probablemente detrás de él o ella, hay una fuerte dependencia emocional que da lugar a la manipulación, los celos y la necesidad de control.
Está bien que la pareja sea prioridad, sobre todo si se está conviviendo o la relación es completamente seria. Pero, también es cierto que para poder nutrir y enriquecer dicha relación, cada uno debe tener la oportunidad de vivir vidas independientes o individuales. Vidas donde ambos se llenen, se nutran, crezcan, compartan y vivan experiencias que sumen a la construcción de su relación.
Cuando alguien intenta alejarte de tus círculos sociales, realmente está intentando ejercer un control sobre tu vida. Así que, mucho cuidado con esto.
Si la persona que tienes al lado, en lugar de buscar tu bienestar y tu desarrollo personal, intenta que adquieras o compartas hábitos nocivos, realmente no te ama.
Si esa persona quiere que tú también tengas los hábitos dañinos que él o ella tiene, déjame decirte que, esa persona te está manifestando un falso amor.
Quien de verdad te ama y te valora, siempre va a querer lo mejor para ti. Si te mantienes lejos de conductas dañinas, vives una vida saludable y quieres alejarte de hábitos que puedan atentar contra tu bienestar, no permitas entonces que tu pareja te incite a hacer todo lo contrario.
Todos tenemos derecho a tener privacidad. Sin embargo, existe una gran diferencia entre tener secretos y tener una vida privada.
La vida privada significa que tú tienes todo el derecho de tener cosas que no quieres compartir con nadie más. En cambio, un secreto es eso que tú guardas dentro de tu mente y no quieres revelar por miedo a que se vaya a fragmentar la relación.
Tener secretos dentro de la relación puede ser contraproducente y puede ir en contra del bienestar, la lealtad y el respeto de la misma.
Ahora bien, como se dijo anteriormente, todos los seres humanos requerimos de espacio personal. Entonces, si tu pareja te dice cosas como:
Mucho cuidado, porque aquí estamos hablando de desconfianza, irrespeto e invasión a la privacidad.
Si tú no tienes nada que ocultar, está bien que, si así lo decides tú, compartas tu contraseña con tu pareja o que simplemente dejes tu celular sin bloquear, pues no pasaría absolutamente nada. No obstante, que dejes tu teléfono sin bloquear, no significa que le estés dando permiso a tu pareja para que entre y husmee en tus asuntos.
Asimismo, si quieres bloquear tu teléfono, tienes todo el derecho a hacerlo. Bien sea porque hay información que no quieres que vea o porque hay una foto tuya privada o de alguien más que no quieres que conozca. Las razones pueden ser muchas y eso debe respetarse.
En suma… nadie, absolutamente nadie, tiene derecho a invadir tu privacidad, así que, no lo permitas.
Hay formas muchas formas sutiles de maltratar a una persona, y ni hablar del maltrato físico. Esto afecta en todo aspecto a la sana convivencia de la relación y, sobre todo, al respeto mutuo.
Cuando hay irrespeto dentro de la pareja, hay inestabilidad completa. Y con respecto a los maltratos, no solo el tipo de maltrato que puedes experimentar es el físico. También está el maltrato psicológico y el emocional. Por ejemplo, cuando juegan contigo o te dicen cosas como “te quiero, pero te odio”, “estoy contigo porque no tengo otra opción” o “démonos un tiempo”, ¡cuidado!, están jugando contigo emocionalmente y nadie debería pedirte que soportes eso.
Otro tipo de maltrato es aquel que se da a través de las palabras. Hay palabras que son muy ofensivas. El maltrato verbal, ni siquiera en juego, debe consentirse dentro de una relación de pareja.
Una persona que en verdad te ama jamás debería pedirte que renuncies a tus sueños. Más bien, debería convertirse en el motor que te impulse a alcanzarlos.
Si tu sueño, por ejemplo, es estudiar, salir adelante, trabajar y emprender, tu pareja no debe ser piedra de tropiezo en ello. Si por el contrario te dice cosas como: “no, quédate en casa mejor” o “tienes que cuidar a los niños, así que, no necesitas trabajar ni estudiar, deja que yo me encargue de todo”, ¡cuidado! La otra persona en realidad te está diciendo: “tú no necesitas aspiraciones yo voy a tener las aspiraciones por ti”. Además, indirectamente, te está haciendo saber que tú no mereces soñar, ni desarrollarte profesionalmente, ni crecer personalmente.
Una persona que te ama siempre va a buscar tu desarrollo personal y profesional.
Si tu pareja tiene alguna de estas actitudes contigo, es tiempo de que reflexiones y observes bien si tu relación es saludable o tóxica. Es tiempo de que veas si te sientes bien o te sientes mal, de si debes hablar o debes actuar.
Recuerda también que dentro de toda relación la comunicación es primordial, así que, expresa lo que tengas que expresar. El bienestar de ambos, es importante y debe existir equilibrio en ello.
Sin más que agregar, un saludo cordial.
Por: Adrian Alberto ∼ reencontrate.guru
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