Libérate de la ansiedad y afronta la vida con optimismo

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La ansiedad y los sentimientos negativos que surgen de ella, son hoy en día un grave problema para muchas personas. Tener que lidiar con un incesante estado de zozobra, resulta en ocasiones agobiante.

Por eso, a través de esta lectura, quisiera ofrecerte 6 consejos para calmar esa sensación de preocupación, provocada en parte por los tiempos difíciles que afrontamos. De forma que logres establecer una relación mucho más sana con tus pensamientos y tus emociones; para que empieces a vivir con más tranquilidad y siendo más positivo.

A menudo las dificultades preparan a la gente ordinaria para un destino extraordinario.

C.S. Lewis

Vivir constantemente angustiado por situaciones que se escapan de nuestras manos, puede traernos problemas de salud en el futuro. Recuerda que los tiempos de crisis traen cambios, pero esos cambios deben ser positivos; comienza entonces a renovar tu vida lejos de lo negativo.

Libérate de la ansiedad

La ansiedad es aquel estado de alerta o inquietud que desarrolla tu mente. Lo hace con el fin de evitar el peligro o cuando siente que tu identidad se ve amenazada. Muchas veces, depende de las experiencias que hayas vivido o de aquello que estés afrontando.

Si ese estado de alerta se sale de control, empieza a dominar tu vida de manera poco saludable, dando lugar a síntomas como:

Dolores de cabeza.
Mareos.
Problemas gastrointestinales.
Dificultades para concentrarse.
Dificultades para dormir, entre otros.

Te voy a compartir 6 técnicas que te ayudarán a calmar, prevenir y reducir todo tipo de sensación negativa, producto de la intranquilidad. De manera que puedas vivir con una mente mucho más serena y enfocada.

Cada una de estas técnicas, deberás aplicarlas como un estilo de vida. El cambio no será instantáneo, claro está. Sin embargo, es una solución natural en comparación con los tratamientos médicos que existen para poder tratar este tipo de casos.

Además, se enfocan en la auto observación, por lo que deberás ser capaz de analizarte a ti mismo y de observar la realidad que estás viviendo.

1. Identifica cuándo y cómo surge tu ansiedad

Observa de manera muy atenta el momento en el que aparece la sensación de intranquilidad. Si ocurre cuando estás pensando en lo que podría suceder el día de mañana, cuando hablas con algún miembro de tu familia, cuando miras las noticias, o cuando estás solo.

Eso sí, no trates de reprimir tus emociones. En lugar de eso, obsérvalas y etiquétalas. Si deseas, puedes escribir todo lo que sientes. Escribir, ayuda a manejar los periodos de ansiedad.

Analiza el momento y observa qué está sucediendo en tu mente. Por otro lado, presta atención a lo que experimentes: si sientes algún mareo o un fuerte sentimiento de angustia; o si se acelera tu respiración y tu pulso cardiaco.

2. Observa tus pensamientos

Cuando te sientes ansioso o intranquilo, por tu cabeza pasan miles de pensamientos. Por lo general, son pensamientos cargados de negatividad, así que debes darte cuenta que no son reales. Solo son una distorsión de la realidad que estás viviendo.

Los pensamientos ansiosos, te harán creer que algo malo va a suceder, que se avecina una catástrofe, o que esto que está sucediendo va a ser terrible. Sin embargo, solo están reflejando la realidad desde la perspectiva de la amenaza y del peligro.

Observa estos pensamientos, pero no te involucres con ellos. Reconoce más bien su verdadera naturaleza. Recuerda que son únicamente una imagen de cómo percibes la realidad utilizando los lentes de la ansiedad. En definitiva, no son algo real, así que ten cuidado de no confundirlos.

3. Reta a tus pensamientos negativos

Una vez que eres consciente de tus pensamientos negativos y te has dado cuenta de que solo representan algo irreal, cambia tu punto de vista y tu forma de ver las cosas. Piensa que este problema también lo está viviendo tu mejor amigo, algún familiar, o algún conocido en el extranjero.

Comienza entonces a buscar soluciones para contrarrestar esas emociones negativas. Por ejemplo: deja de mirar, leer o escuchar tantas noticias negativas; empieza a hacer ejercicios físicos o de meditación, aliméntate mejor, o comunícate más con aquellos que te acompañan, entre otras cosas.

Observa cuidadosamente el problema; pero eso sí, cada vez que en tu mente aparezcan pensamientos negativos, cámbiate de posición y obsérvalos desde otra perspectiva.

4. Respira profundamente

Existen muchos ejercicios de respiración profunda para controlar la zozobra y la intranquilidad, los cuales puedes acompañar con algunos ejercicios de estiramiento corporal y meditación.

Aplica la siguiente técnica de respiración cuando te sientas ansioso:

Inhala de forma profunda todo el aire que puedas, durante 5 segundos. Intenta no inflar tus pulmones, sino más bien tu estómago.
Retén el aire durante 4 segundos.
Exhala todo el aire durante 6 o 7 segundos.

Con este ejercicio sencillo, lograrás aliviar todo tipo de sensación negativa. ¡Pero ojo!, no solo se trata de hacer ejercicios de respiración, también debes seguir los consejos anteriores.

5. Acepta la incertidumbre y afróntala

La vida no siempre te va a llevar a donde quieres. Por lo tanto, depende de ti estar bien en el presente. Hoy en día, tú eres el único responsable de tu estado de ánimo, de tu salud y de tu propio bienestar, más allá de lo que pueda estar pasando en tu entorno.

Es verdad que la incertidumbre que se vive actualmente, puede generar mucho miedo, preocupación e intranquilidad; pero debes aceptarla y afrontarla, como todo en la vida.

Ten en cuenta una sola cosa: esta situación no será eterna.

Vivir sin ansiedad

Los seis consejos anteriores son útiles para superar todo tipo de emoción negativa, pero también es importante que te comprometas a cambiar. Cuídate a ti mismo y estarás cuidando también a los demás. Trata de apartar un tiempo exclusivo para ti y relájate. Comunícate también con las otras personas que te acompañan.

Si tienes algún ser querido lejos, intenta comunicarte de igual forma con él. Hoy en día no hay excusa, pues la tecnología y las redes sociales nos permiten estar mejor comunicados. Eso sí, no utilicemos estas herramientas de comunicación para crear pensamientos negativos que nos terminarán afectando luego.