«No soy bueno en nada»: ¿Cómo combatir este pensamiento negativo?

Muchas veces es común tener el pensamiento: «No soy bueno en nada».

De hecho, puede ocurrirnos en cualquier momento de nuestras vidas: cuando se es joven, cuando se está tratando de ver qué carrera estudiar, cuando intentamos descubrir cuál es nuestro propósito, o cuando sentimos que no estamos viviendo una vida tan significativa y lograda como la que tienen algunos de nuestros conocidos o allegados.

Ahora bien, hay algunas personas que pueden sacudirse fácilmente este pensamiento y seguir adelante. Sin embargo, hay otras que no pueden hacerlo y más bien se quedan estancadas en él, al punto de que les es difícil superarlo.

Y la verdad es que todo el mundo es bueno en algo, pero, por lo general, lo que impide que las personas descubran qué es ese algo son el diálogo interno negativo, los traumas infantiles, y la baja autoestima. Por eso, veamos a continuación, cómo combatir este tipo de pensamientos:

«No soy bueno en nada»: ¿Qué origina este pensamiento?

Como mencionamos al inicio, son varias las causas que contribuyen con la sensación de no ser bueno en algo. A menudo, tienen que ver una combinación de rasgos de personalidad, educación y experiencias de vida.

Comprender qué puede estar causando estos pensamientos, te ayudará a descubrir cómo superarlos:

1. La baja autoestima

La baja autoestima es el desencadenante más común del pensamiento: «No soy bueno en nada».

Según la Asociación Americana de Psicología, la baja autoestima tiene que ver con la forma en cómo nos percibimos a sí mismos:

“La autoestima refleja la autoimagen física de una persona, la visión de sus logros, sus capacidades, sus valores y el éxito percibido”.

Por eso, al mejorar tu autoestima y tu autoimagen obtendrás cosas positivas en tus experiencias de vida y esto a su vez te hará sentir útil en cada cosa que hagas.

2. El diálogo interno negativo

Constantemente, hablamos con nosotros mismos en nuestras mentes. A esto se le denomina el diálogo interno.

Pensamientos como: «No soy bueno en nada», son un ejemplo de cómo ese diálogo interno se ha vuelto negativo.

Esto último puede tener fuertes impactos en cómo nos percibimos a nosotros mismos, en cómo percibimos a nuestras relaciones y en lo que somos capaces de ofrecerle a la vida.

Los pensamientos son tan poderosos, que hacer un esfuerzo por cambiar esos pensamientos negativos o ese diálogo interno negativo por otro más positivo, puede traer beneficios reales.

3. Los traumas infantiles

Tener experiencias negativas en la infancia o traumas pueden hacer que nuestra autoestima y autoimagen se vean afectadas cuando llegamos a ser adultos.

De hecho, los niños que viven en hogares disfuncionales en donde se experimenta el abuso, tienen más probabilidades de llegar a adultos con el pensamiento negativo: «No soy bueno en nada».

Ahora bien…

¿Cómo hacer frente a esta clase de pensamientos?

Por fortuna, hay varias cosas que puedes hacer para romper el ciclo del pensamiento negativo y la idea de que no eres bueno en nada.

He aquí algunas de ellas:

1. Tómate un descanso de las redes sociales

La mayoría de las personas usan las redes sociales como una forma de conectarse con los demás e incluso como una forma de obtener noticias y mantenerse al día con las tendencias actuales.

El detalle está en que muchas veces terminan dependiendo de ellas y esa dependencia puede afectar negativamente la autoestima y la confianza en sí mismo.

Es más, las personas en las redes sociales a menudo comparten una imagen “perfecta” de sus vidas, usando filtros en las fotos y eligiendo qué partes de su vida compartir. Puede parecer, a simple vista, que todos están llenos de éxitos y talentos, pero muchas veces esto no es así.

Por eso, tomar un descanso de las redes sociales puede brindarte la oportunidad de dejar de participar en el juego de compararte con la vida de otros y centrarte en mejorar tu propia imagen, tu salud mental y tu bienestar.

2. Identifica los dones que tienes

Una forma útil de combatir el pensamiento «No soy bueno en nada», es replantear lo que realmente significa ser bueno en algo.

Cuando la mayoría de nosotros pensamos en que hay que ser buenos en algo, pensamos en cosas como: tener un trabajo que nos de buenos ingresos, ingresar a una buena universidad, tener grandes talentos o tener una relación o un matrimonio feliz.

Sin embargo, todos estos son logros externos, y si bien pueden ser cosas para celebrar, no son las únicas que definen nuestros dones o talentos.

Tus dones pueden ser menos obvios o “llamativos”, pero siguen siendo igual de significativos. Por ejemplo: ser un buen amigo, un buen oyente o alguien que es amable y paciente. Estas cosas son en realidad regalos y dones especiales.

Del mismo modo, haber vivido circunstancias difíciles y aprender a perseverar a pesar de los desafíos, es definitivamente otro regalo y algo de lo que uno debe estar orgulloso.

3. Asiste a terapia

Asistir a terapia con un profesional de la psicología es una excelente manera de trabajar tu autoestima y tu autoimagen.

La terapia puede ayudarte a comprender mejor lo que está causando que te sientas de esta manera, pero aún más importante, puede ayudarte a practicar distintas formas de manejar tus pensamientos negativos.

Así que, no dudes en buscar ayuda.

Para finalizar, la expresión «No soy bueno en nada» es una declaración muy poderosa, y si la dices con frecuencia, comenzarás a creértelo. Por eso, trata de no decirla y busca la forma de controlar tus pensamientos.

Recuerda una cosa: Todos en la tierra tienen algo en lo que son buenos. Por eso, tómate un tiempo para identificar tus talentos y fortalezas, y enfócate en ellas para poder seguir adelante.

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Por: Adrian Alberto ∼ reencontrate.guru