No permitas que la gente que vive bajo una nube negra te contagie

No permitas que la gente que vive bajo una nube negra te contagie
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A veces nos preguntamos qué estamos haciendo para atraer a personas a nuestras vidas que parecen andar bajo su propia nube negra, siendo un foco de negatividad ambulante. Está bien preguntarnos por qué esa persona está en nuestras vidas y qué nos puede enseñar… Quizás sea que aprendamos a ser luz para quienes han olvidado cómo serlos, para que aprendamos a ignorar con éxito las actitudes de los demás, o bien para enfocarnos en lo que sí queremos ver en la vida y en los demás.

Cada quien es como puede ser

Nube negra

A veces la gente negativa no quiere ser así, pero no sabe ser de otra manera, no puede ser de otra manera. A través de su actitud se retroalimentan, porque solo atraen experiencias alineadas con su manera de vibrar, lo cual les da más motivos para ser negativos.

Nuestro trabajo no está en enfocarnos en el otro, sino en mantener el centro en nuestro bienestar. Si criticamos al otro, nos vamos a sentir mal, de alguna manera vamos a caer en la dinámica de la negatividad y vamos a permitir que la ola nos arrastre.

Deja de lado la predisposición

Cuando se aloja algo en nuestra mente, es difícil removerlo y también es difícil que el escenario cambie. Tal persona es negativa, me roba la energía vital, ahí viene Fulanito a soltar todos sus problemas en mí, acabo de ver a Sutanito y quedé extenuado de todo lo negativo que me contó. Son solo algunas frases que podemos decir en torno a alguien y podemos hacernos especialistas creando momentos indeseados a través de nuestra mente y de ese concepto que tenemos de esa persona.

Podemos ponernos de tarea que al encontrarnos con esa persona nos limitaremos a encontrar solo aspectos positivos, en su manera de hablar, su tono de voz, la manera en la cual está vestido, algunos rasgos de su físico o de su personalidad, su inteligencia, solo nos enfocaremos conscientemente en lo positivo, haciendo caso omiso a cualquier cosa que nos incline a sentirnos incómodos por lo que haga o diga esa persona.

Veremos que quizás esa persona no cambia, pero nuestro sentir irá modificándose, ya no sentiremos como su negatividad nos abruma y nos contagia, sino que tomaremos el control y seremos capaces de decidir qué vemos de esa persona.

Tomar distancia

A veces ningún recurso es válido y no podemos tomar el control de la situación. Si reconocemos que nos supera la situación, será conveniente tomar distancia de quien sentimos que nos afecta, salpicándonos con su forma de ver al mundo y que de alguna manera nos roba un poco de los colores que nosotros le ponemos a la vida.

Es válido alejarnos de lo que nos afecta y no aprendemos a manejar, estamos en nuestro proceso y lo que debe importarnos más que cualquier otra cosa es conservar la paz y la armonía. Si aún no sabemos conservar un estado de bienestar a pesar de lo que nos rodea, debemos ir de apoco acondicionando nuestro mundo interno y el externo.
Poco a poco, nos desprenderemos de la necesidad de modificar afuera lo que sentimos que no está bien e iremos ajustando en nuestro interior todo para poder hacer frente a lo discordante y no adaptarnos a ello.

Mientras tanto defiende los colores de tu mundo, enfócate en lo que te gusta, piensa en lo que deseas y no en lo que no tienes, trae a tu mente las personas que te hacen sonreír, comparte más con las personas que amas, trabaja en lo que te apasiona y mantén la distancia que consideres necesaria de quien siempre está acompañado de su nube particular.

Por: Sara Espejo – Reencontrate.guru


Sara Espejo