Si te dijera que hoy vamos a hablar de las personas tóxicas, probablemente ya se te asome alguien por la mente, ¿verdad?
Quizás pensarás en ese jefe que constantemente te dice cosas o te regaña; en ese padre o a esa madre que critica todo lo que haces y las decisiones que tomas; o incluso en ese amigo que aparentemente se burla y ríe de ti.
Y sí, al parecer puede que te sea fácil detectar a una persona tóxica, pues ésta siempre manifestará una conducta negativa frente a ti. De hecho, los ejemplos anteriores, son conductas comunes de personas tóxicas. Sin embargo, ¿qué pasaría si te dijera que, posiblemente, la persona tóxica eres tú?
Hay una famosa frase, a modo de pregunta, que reza lo siguiente:
“¿Por qué miras la paja que hay en el ojo de tu hermano y no ves la viga que está en el tuyo?”
Muchos de nosotros podemos decir: “tal persona es tóxica…”, pero, ¿y si en realidad los tóxicos somos nosotros?
En este apartado, quiero hablarte de ello y enumerarte 8 señales que indican que, a lo mejor tú, estás siendo una persona tóxica.
Antes que nada, queremos aclararte que este post no pretende ni juzgarte, ni señalarte, ni criticarte. Todo lo contrario, lo que deseamos es informarte con el fin de que medites cada una de las cosas que aquí mostramos. Todo ello, con el fin de que puedas mejorar cada día como persona y estar bien contigo mismo.
Aclarado esto, enumeremos entonces estas 8 señales:
Así es. No hay queja que no salga de tu boca. Te quejas de tu jefe, de tus amigos, de tu familia, del lugar donde vives, de tu trabajo, del clima, etc. Siempre en encontrarás algo o a alguien de quien quejarte.
Y sí. Puede que sea cierto que a veces las cosas no siempre salen como las planeas. De hecho, a todos nos puede ocurrir un mal día; sin embargo, recuerda que, quejarse no resuelve ningún problema. Todo lo contrario, lo empeora y además hace que vibres bajo, afectándote tanto a ti mismo como a tu alrededor.
Vamos a ponerte un ejemplo. Imagina que la próxima semana tienes una entrevista de trabajo. No ha llegado el día de la entrevista, pero tú llevas toda esta semana hablando de lo mal que te irá en ella.
Ya le has dicho a tus amigos que no te darán el trabajo, pues siempre has tenido mala suerte a la hora de encontrar uno. Incluso, ya sabes qué te preguntará el entrevistador teniendo en cuenta que ni siquiera lo no conoces a él.
En este sentido, si te pasas la vida preocupándote por cosas que aún no han sucedido y vives pensando lo peor, entonces sí, hay cosas en ti que debes revisar, pues has integrado dentro de tu vida y de tu mente, un patrón de pensamiento tóxico.
Vamos con otro ejemplo. Imagina que ves un vídeo en YouTube y la calidad de la información que hay en él es excelente:
Aun así, cuando alguien te pregunta qué tal te pareció el vídeo, lo único que dices es que “el presentador no se había vestido de acuerdo a lo que plantea el vídeo” y que eso te pareció patético; o simplemente, comienzas a criticar aspectos irrelevantes sobre la presentación del tema.
En pocas palabras, encuentras un defecto en el cual centrarte. No prestas atención a lo bueno, sino a lo negativo. Y si no hay puntos negativos, entonces te inventas alguno.
Con esa actitud, estás siendo una típica persona tóxica.
Si algún amigo o amiga cercano a ti, comete un error, te preparas para hacerle un comentario desagradable… Algo como “¡Pero que tonto eres! ¿no te das cuenta de lo que haces? ¡Por eso es que te pasan esas cosas!”.
Por otra parte, si alguien te habla de un logro, empezarás a restarle ánimos diciendo cosas como, “No te creas tan inteligente, cualquiera lo hubiese podido hacer”.
A veces, sin querer se nos puede escapar una expresión que daña a otros. Sin embargo, si a menudo actúas de este modo, no sientes remordimiento y estás consciente del impacto que tu accionar puede tener en la otra persona, es una clara señal entonces de que eres una persona tóxica.
Siempre que alguien te pregunta “¿cómo estás?” tu alarma se enciende y comienzas a contar tu gran lista de problemas.
“Tengo dolor de cabeza. Me está yendo mal en el trabajo. Mi esposo/esposa otra vez anda de fastidioso/fastidiosa. No tengo dinero y esta semana debo pagar el colegio de los niños…” En fin.
Lo peor no es eso, sino que no tratas de darles una solución a estos inconvenientes o seguir el consejo de alguien más. Simplemente, crees que es algo que todos deberían saber lo que te pasa, y además, sentirse culpables o tristes por ello.
Si te gusta mantenerte informado de todo lo que le pasa a los demás, solo para compartirlo con otras personas y criticar la vida ajena, pues déjame decirte que, ésta es una actitud típica de las personas tóxicas.
Lo mismo sucede si hablas mal de tus amigos con tu familia, o bien si estás con tus amigos y criticas a tu familia. Asimismo, si te gusta pasar tiempo con personas que te siguen el juego, entonces la crítica es lo tuyo.
Por otro lado, si eres de los que critica o postea comentarios en redes sociales ofensivos o despectivos, considérate también una persona tóxica.
Sé que se lee fuerte todo esto, pero es la realidad. Las críticas destructivas, frente o detrás de otros, no son actitudes de una persona tranquila, estable y centrada.
Sencillo… quieres que otros solamente te escuchen cuando tienes un problema o una alegría que compartir; pero, si alguien más quiere contarte algo, le interrumpes rápidamente para hablarle de algo más. Asimismo, siempre buscas hablar más de ti mismo y de lo que te sucede a ti, restando importancia a otros. En otras palabras, evidencias una actitud un poco narcisista.
En este caso, buscas obtener los primeros lugares en todo y te gusta que otros celebren cuando tú obtienes un logro. Sin embargo, cuando es alguien diferente a ti quien logra algo, le envidias y muy en el fondo le deseas que le vaya mal.
Y si uno de tus amigos fue quien obtuvo la mejor calificación en un examen, o ese ascenso que tú querías en el trabajo, lo repudiarás en tu interior y buscarás la forma de superarlo.
Ahora bien, ya que terminamos de enunciar estas 8 señales, quiero decirte que, todos tenemos por dentro una parte tóxica. Por supuesto, nadie es perfecto. Sin embargo, el primer paso que podemos dar frente a las actitudes negativas en nosotros, es reconocerlas y paso a paso, dejar de actuar así.
Sin más, espero que estas señales te ayuden a reflexionar y a ver si hay algún área de tu vida en donde puedas mejorar. Asimismo, te recuerdo que en este espacio, podrás encontrar diversos talleres y cursos que pretenden colaborar con tu crecimiento personal y espiritual. Así que, ¿qué esperas? Suscríbete a ellos ya.
Te mando un saludito y espero que te encuentres muy bien.
Por: Adrian Alberto ∼ reencontrate.guru
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