Todos tenemos claro que cada individuo tiene una personalidad diferente. Una personalidad que de hecho está fundamentada en la crianza y en las experiencias de vida.
Para algunas personas, como nuestros familiares, amigos o conocidos, nuestra personalidad puede ser buena, o bien puede ser mala.
Lo cierto es que esta nos identifica, y al final, uno mismo es quien debe ser consciente de ella y observar si hay aspectos por mejorar o reforzar.
Más allá de ello, hoy quiero compartir contigo algunas señales que indican que tu personalidad es tan fuerte e intensa, que otras personas la encuentran intimidante.
¿Juega esto en tu contra?… Vamos a averiguarlo.
Si tu personalidad es fuerte, entonces es porque…
Es decir, no te gusta ser partícipe de conversaciones irrelevantes. Te frustra o te enfurece el hecho de que ciertos temas no te cautiven, o de que algunas personas hablen contigo, pero no traten temas relevantes para ti.
Esto se debe a que te interesan más las conversaciones profundas y serias, y no los chismes, las críticas, los comentarios, etc.
No te entretienes con cosas irrelevantes o que hagan perder el tiempo.
Si de repente alguien viene e interrumpe algo que estás haciendo, para hablarte de cosas que para ti no tienen importancia, entonces te molestarás. Asimismo, le harás saber a esa persona que estás ocupado y le pedirás que por favor no te interrumpa, que hable contigo en otro momento.
Esto no significa que seas egoísta o que no te preocupes por los demás, sino que, por el contrario, te centras en lo que verdaderamente importa, y prefieres hacerlo según el tiempo que se ha fijado.
Mientras todos los demás piensan que algo es imposible de hacer, o se dan por vencidos incluso antes de hacerlo, tú estás ahí haciendo las cosas.
No importa el tipo de dificultad a la que te enfrentes, siempre intentarás encontrar la manera de salir de ella.
Para ti no existe callejones sin salida. Siempre que puedas dar un giro de 180 grados y darle solución a un problema, sin duda alguna, lo harás.
No aceptas un “no” por respuesta, especialmente si se trata de algo que quieres hacer, pero que los demás ven como algo arriesgado o como un problema.
Lo bueno de esto, es que siempre tratas de buscar soluciones y no te quedas en un mismo lugar. Tu terquedad, de cierta forma, te permite avanzar.
Aunque la gente te encuentre intimidante, en realidad eres amable y cariñoso.
Puedes diferenciar entre los momentos en los que necesitas ser serio, y los momentos en los que necesitas tomarte un respiro y prestar atención a quienes amas y valoras. De hecho, es el equilibrio lo que te hace ser una persona fuerte.
Tener una personalidad fuerte también te convierte en una persona de mente abierta.
Por lo general, ves muchas más cosas positivas en tu camino que los demás. Y como dije antes, las cosas que son vistas por los demás como problemas, tú las puedes ver como una oportunidad.
Manejas las situaciones mejor que otros, porque tu perspicacia te permite saber qué es lo que se avecina.
Puede que algunos lleguen a sentir celos y envidia de tu sabiduría, pero esto es algo que no te impedirá seguir adelante.
Para algunas personas la ignorancia parece ser una bendición, pero lamentablemente, para ti no lo es. No toleras a las personas que no se toman en serio sus responsabilidades.
Para ti la ignorancia voluntaria es lo peor, y por eso no dudas en regañarles, o incluso en darles una parte de tu sabiduría, más aún cuando trabajan o conviven contigo.
También tienes un fuerte sentido de la intuición que te permite formar impresiones precisas de las personas solo con conocerlas.
Las personas deshonestas, ignorantes e intolerantes no escapan de tus ojos y no tienes miedo en llamarles la atención y ponerlos en su lugar cuando tienen un mal comportamiento contigo o con alguien más.
Tu personalidad fuerte te impide aceptar excusas de personas que son simplemente descuidadas e ineficaces. De hecho, no toleras este tipo de actitudes ni en tu oficina ni en tu hogar. Más bien, eres disciplinado y eficiente en todo lo que haces.
La honestidad es tu mejor política. Esta te convierte en un hombre de palabra y, además, depositas tu confianza en aquellos que son honestos como tú.
Asimismo, no sueles aceptar mentiras de nadie. Tienes tu propia manera de lidiar con las personas que no son fieles a su palabra o tratan de ocultarte algo. Una vez que las descubres no dudas en sacarlas de tu vida.
¿Te consideras alguien de personalidad fuerte? Después del todo, no es tan malo serlo.
Eso sí, como mencioné al principio, en ocasiones, hay que analizar si nuestra personalidad afecta a los demás y si hay algo que debamos mejorar. Tampoco es malo hacerlo. La idea es que podamos vivir tranquilos y en paz con los demás.
Sin más, te recuerdo que en este espacio encontrarás diversos talleres y cursos dirigidos a tu crecimiento personal y espiritual. Así que, ¿qué esperas? Suscríbete a ellos ya.
Saluditos.
Por: Adrian Alberto ∼ reencontrate.guru
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