¿Eres de esas personas que se la pasa la mayor parte de la vida sintiéndose ofendida por lo que otros te hacen directa o indirectamente? ¿Eres de aquellos que se ofende con mucha facilidad?
Pues bien, si es así, debes saber lo siguiente:
Nadie te ha ofendido. Son tus expectativas de lo que esperabas de esas personas las que te hieren. Y las expectativas las creas tú mismo con tus pensamientos. No son reales, son imaginarias.
En este sentido…
Ahora bien, el hábito de sentirte ofendido por lo que otros hacen desaparecerá cuando conozcas mejor la fuente de las ofensas. De eso vamos a hablar un poco más a continuación…
Cuando nacemos, venimos a este mundo siendo auténticos. Sin embargo, nuestra verdadera naturaleza, en ocasiones, es suprimida y sustituida por conceptos que nuestros padres, la sociedad y la televisión nos enseñan, creando así una falsa realidad de cómo deberían ser las cosas en todos los aspectos de nuestra vida y de cómo deberían actuar los demás.
Una de las mayores fuentes de ofensas es la de tratar de imponer el punto de vista de una persona a otra, o bien tratar de guiar su vida. Cuando le dices a otra persona lo que debe hacer, y esta otra te dice “No”, creas resentimientos por partida doble. Así pues…
Existe una realidad y es que todas las personas tienen el derecho divino de guiar su vida como les plazca. Cada quien aprenderá de sus errores por sí mismos. Por lo tanto, déjalos ser, nadie te pertenece.
Ahora bien ¿Quieres evitar sentirte ofendido todo el tiempo por lo que hacen los demás?
Pon en práctica lo siguiente:
Como dijimos anteriormente, son tus ideas acerca de cómo deberían actuar las personas las que terminan hiriéndote.
Por otro lado, estas ideas son producto de una máscara social que has aprendido desde tu infancia de forma inconsciente.
Reconoce que la mayoría de las personas nunca va a actuar con esas ideas que tienes, porque ellos tienen las suyas propias.
Deja que cada quien guíe su vida como mejor le plazca. Es su responsabilidad.
Dales consejos si te los piden, pero permite que tomen sus propias decisiones. El libre albedrío y la libertad son su derecho divino por nacimiento.
No existe el padre, el amigo, o la pareja perfecta. Caer en el perfeccionismo solo hará que juzgues a otras personas por no hacer las cosas como a ti te gustaría que las hicieran y esto, por ende, hará que te sientas ofendido todo el tiempo.
Sabes algo… la vida real es más hermosa y excitante que cualquier idea que tienes acerca del mundo. Así que, lo que mejor que puedes hacer es disfrutarla en vez de vivir amargándote por lo que hacen, dicen o piensan otras personas.
Sigue adelante enfocado en lo tuyo y verás lo lejos que llegarás.
Gracias por llegar hasta aquí. Por ahora me despido, pero eso sí, no sin antes recordarte que aquí, en reencontrate.guru, cuentas con diversos talleres y cursos orientados a tu crecimiento personal y espiritual, y a la reprogramación mental. No dudes en suscribirte a ellos y sácales el mayor provecho posible, sobre todo, para conseguir bienestar.
Recuerda también que puedes seguirnos en nuestra cuenta de Instagram: @reencontrate.guru; constantemente compartimos en ella muchas reflexiones y consejos que te conviene aprender.
Sin más, un saludito.
¡Nos vemos!
Por: Adrian Alberto ∼ reencontrate.guru
No hay nada tan singular como las relaciones de pareja. Cada una es un mundo…
Aliviar los síntomas de la ansiedad con una oración es posible, y precisamente es lo…
Existen dos tendencias innatas o naturales en cada persona a la hora de relacionarse con…
Como hemos visto anteriormente aquí, el amor propio tiene que ver con cuánto se valora…
Es hora de que dejes de perseguir a ese hombre... ¿Por qué lo haces realmente?…
Para mejorar tu vida no existe una receta única. De hecho, hay muchas maneras para…