Sociópata y psicópata: Te contamos en qué se diferencian

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Los términos sociópata y psicópata, por lo general, se suelen usar (de manera indebida) para describir a un mismo tipo de persona. En específico, a aquella con trastorno antisocial de la personalidad (TPA). Sin embargo, ambos términos son, en realidad, diferentes.

En una edición anterior ya hablamos de la psicopatía y describimos los rasgos comunes de un psicópata. En esta ocasión, vamos a detallar las diferencias que este tiene frente a un sociópata, y, asimismo, vamos a dar algunas recomendaciones sobre cómo lidiar o qué debemos hacer cuando nos toque tratar o convivir con cualquier persona sociópata o psicópata.

Diferencias claves entre un psicópata y un sociópata

En primer lugar, la sociopatía y la psicopatía no son, como tal, diagnosticables. Las personas que tienen conductas sociópatas o psicopáticas presentan, en sí, una condición llamada trastorno antisocial de la personalidad (TPA).

Una persona con TPA se caracteriza, principalmente, por sentir desprecio por los derechos de los demás, así como todo aquello que perjudique a otros. Es decir, son personas con poca o casi ninguna empatía.

Ahora bien, a pesar de que los sociópatas y psicópatas entran dentro la misma condición mental, ambos tienen rasgos que los diferencian.

1. Un sociópata puede llegar a sentir remordimiento, mientras que un psicópata, no

Por un lado, los psicópatas se definen como personas con poco o ningún remordimiento. Es decir, son poco o nada conscientes de las consecuencias de sus actos con los demás.

En cambio, los sociópatas tienen una cierta habilidad de sentir remordimiento. Sin embargo, sienten el mismo desprecio por los derechos de otros, y les importa poco si otras personas se ven perjudicadas.

Eso sí, lo que es el engaño y la manipulación, son características centrales y comunes en ambos. No obstante, los sociópatas entienden que lo que están haciendo es técnicamente mal y son conscientes de su comportamiento.

Por el contrario, como dijimos, los psicópatas no son conscientes de ello. De hecho, una investigación realizada en el área de la psicología, encontró que los psicópatas comprenden la diferencia entre el bien y el mal, pero no se preocupan por las consecuencias de su comportamiento inapropiado.

2. El psicópata nace, mientras que el sociópata se hace

Muchos expertos consideran que la naturaleza juega un papel importante en la creación de un sociópata. De hecho, hay estudios alentadores que respaldan que casi un tercio de las personas que presentan conductas sociópatas abandonan su comportamiento antisocial en la edad adulta, y, paso a paso, desarrollan mejores relaciones.

Además, diversas investigaciones han demostrado que las experiencias traumáticas en la infancia, el abuso o la negligencia infantil, pueden influir en la creación de sociópatas. Ahora bien, en el caso de los psicópatas es distinto.

Se cree que la psicopatía tiene componentes genéticos. Es más, hay varios estudios realizados que demuestran que el cerebro de un psicópata posee disfunciones o irregularidades en las estructuras físicas relacionadas con la empatía. Y esto es lo que provoca su conducta dañina.

Ahora bien, hay un dato curioso y es que la mayoría de los delincuentes suelen ser sociópatas, ya que su actitud por lo general es más violenta debido a todo lo que han vivido. Pero, la mayoría de la gente piensa que los psicópatas son los verdaderos asesinos en serie o los criminales violentos, cuando es un mito que todas las personas con psicopatía son violentas.

Cómo detectar a un sociópata o a un psicópata

Como mencionamos al principio, tanto la psicopatía como la sociopatía no son condiciones que se diagnostican como tal. Ambas engloban al trastorno antisocial de la personalidad (TPA).

Ahora bien, el DSM-5 (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales – Quinta edición) habla sobre algunas de las conductas que toda persona con TPA evidencia y que pueden denotar una conducta sociópata o psicopática. Estas son:

No respeta las normas o las leyes sociales, y, constantemente infringe las leyes o traspasa los límites sociales.
No siente culpa ni remordimiento por haber lastimado o maltratado a otros.
Muestra un comportamiento agresivo o agravado, y se involucra constantemente en peleas o daña físicamente a otros.
Miente, engaña a otros, usa identidades o apodos falsos y usa a otros para su beneficio personal.
No hace planes a largo plazo y, a menudo, se comporta sin considerar las consecuencias.
No considera su seguridad personal o la seguridad de los demás.

¿Existe algún tipo de tratamiento para esta clase de conductas?

Desafortunadamente no existe un tratamiento o cura para el TPA, y la afección puede ser difícil de tratar por varias razones.

La principal de todas es que las personas con TPA rara vez buscan tratamiento por su cuenta. Aquellos que lo hacen, reciben ayuda solo después de haber estado implicados en algún problema legal.

Por otro lado, esta ayuda dependerá de la situación particular de cada persona, su voluntad de comprometerse con el apoyo o la asistencia, y la gravedad de los síntomas o conductas anteriormente explicadas.

¿Convives con un sociópata o psicópata?

Si alguno de tus seres queridos o personas que conviven contigo, muestran conductas relacionadas con la sociopatía y la psicopatía, lo ideal es que busques hablar con un profesional de la salud mental.

Un terapeuta capacitado podrá ofrecerte las habilidades que te permitan afrontar y te ayuden a establecer límites para protegerte de cualquier tipo de daño.

Por último, queremos compartir contigo una pequeña tabla comparativa y resumida que explica la diferencia entre ambos tipos de conductas:

Comparativa entre la sociopatía y la psicopatía

Sociópata:	Psicópata:
Tiene patrones de comportamiento volátiles y es propenso a enfurecerse.	No reconoce la angustia de otras personas.
Tiene poca empatía.	Carece de empatía.
Busca la forma de manipular a otros.	Es frio y calculador.
Muestra un comportamiento impulsivo. Y sufre otros trastornos mentales como ansiedad o depresión.	Emocionalmente, es un poco más estable y tranquilo.
No puede mantener una vida laboral y familiar estable.	Suele tener relaciones amorosas y amistosas, pero todas superficiales y esporádicas.
En ocasiones, siente remordimiento o arrepentimiento de sus acciones.	No suele sentirse culpable por su comportamiento.
Suelen ser personas antisociales y que recurren a la violencia.	Usa inteligencia, encanto o carisma para manipular a los demás.

Y bien, hasta aquí este post informativo. Me despido no sin antes recordarte que aquí, en reencontrate.guru, cuentas con diversos talleres y cursos orientados a tu crecimiento personal y tu salud mental. No dudes en suscribirte a ellos y sácales el mayor provecho posible.

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Sin más que agregar, saludos y hasta la próxima.

Por: Adrian Alberto ∼ reencontrate.guru

Artículo verificado por el Psicólogo Landys Jair.