Disfrutar lo simple, cada segundo de vida es un regalo
Debemos aprender a disfrutar el momento, a no complicarnos. Disfrutar de los encuentros porque son los que siempre tienen algo para enseñarnos, sea bueno o malo. Debemos escuchar a nuestro cuerpo y nuestra mente, las emociones dicen más de lo que crees. Se trata de entender que la simplicidad del día a día, es lo que realmente vale.
Abraza las oportunidades, aprovecha cada segundo, ama a las personas que te rodean y agradece.
Disfrutar el día a día siendo consciente
Estar vivo y encima tener salud, felicidad y amor en tu vida, es un privilegio del cual debes ser consciente. No puedes permitirte no vivir al máximo cada segundo, agradeciendo cada oportunidad. Obviamente con esto no me refiero a ignorar la tristeza y no permitirse estar mal, sino me refiero a que debes ir con el corazón, en cada paso que des.
Nadie tiene la certeza de lo que puede llegar a pasar mañana, y eso lo debes tener en claro. Ser consciente de la suerte de estar vivo y sacarle provecho. Vive el día a día, sabiendo que has actuado desde lo más profundo de tu corazón.
Escucha a tu mente y a tu cuerpo, no permanezcas donde no eres feliz
Las emociones son sabias y saben indicarte cuando debes correrte de un lugar que no te hace bien. Tienes que estar atento y escucharlas, hacerle frente a tus sentimientos y siempre buscar tu mejor versión.
Para poder aprovechar y ver los beneficios que tienes ante tus ojos, primero es importante que pongas límites. Cuida tus energías, tus vínculos. Nunca debes rodearte de personas que te alejen de tu esencia.
Cuando notes que tus amistades o tus relaciones están desgastando tu energía, claramente el camino no es por ahí. Busca vínculos que te vinculen a ti, que te hagan crecer y te hagan entender lo lindo del proceso. Porque la vida es eso, un proceso. Que tiene altibajos, eso sin duda; pero nadie te quita la satisfacción de vivir el día a día, al máximo.
Las cosas la mayoría de las veces, tienen solución. Tienes que disfrutar y no complicarte demasiado
Reitero, la vida es un proceso. Y como todo proceso, tiene momentos malos y momentos buenos. A veces, mientras te haga aprender, equivocarse no está mal. El error es información, aprendizaje.
Nunca los problemas tendrían que detenerte, porque la vida continúa. El camino y la experiencia te enseñan, siempre. Y una vez más, debes ser consciente de tu error para aprender de él. Con el tiempo, se convertirá en anécdota.
No te compliques y aprende a disfrutar de las caídas. ¿Qué mejor que animarse a hacer? De eso se trata la vida. Caminar sin importar que algo pueda salirte mal. Lo importante es hacer, intentando es como poco a poco, dejarás de equivocarte de la misma manera.
Aceptar lo que no pudo ser y avanzar
Para poder vivir el momento e ir hacia adelante hay que aceptar el presente. Y entender que lo que no fue, por algo será.
Cuando te encuentras sumergido en malos sentimientos y malas energías, tienes que aceptarlo y hacerlo a un lado. Solo de esa forma podrá entrar la buena energía a tu cuerpo.
Cada encuentro tiene algo que enseñarte
No importa cuanto un vínculo pueda durar; lo realmente valioso es el aprendizaje que puede dejarte. A mi modo de ver, cada persona que pasa por tu vida, tiene algo que regalarte.
A veces cuando uno pierde una amistad o se separa de alguien importante, sufre, por el hecho de que jamás volverá a verlo, o simplemente porque ese vínculo se perderá en el tiempo. Sin embargo, deberíamos verlo de otra forma.
Cada persona es un mundo y su esencia, es única. Entonces, cada persona que pasa por tu vida, dejará algo de sí, en ti. A la pérdida de un vínculo debes contemplarla como una experiencia más del camino, del proceso.
Cuando aprendamos que el simple hecho de vivir, de tener salud y amor, es un privilegio, ahí nos daremos cuenta que la vida es más simple de lo que creemos. Nos daremos cuenta que lo único que debemos hacer es abrazar cada paso que demos, cada oportunidad. Caminar, aprender y agradecer.
Espero que les haya gustado, espero que sean muy felices y que disfruten del camino de la vida.
Por: Sara Martinez – Reencontrate.guru