¿Cómo afecta “La herida del padre” al bienestar y a las relaciones adultas?
Para nadie es un secreto que todos venimos al mundo indefensos, dependientes y necesitados de aceptación y amor. Todos, en nuestra infancia, queremos ser tratados como dignos y sentirnos amados. Pues bien, la herida del padre tiene que ver con la ausencia de ese amor: el amor de un padre biológico o cuidador.
De hecho, la herida del padre puede ser causada por:
- Descuido.
- Ausencia.
- Abuso.
- o incluso, Control.
Y en cuanto a las consecuencias que esta trae, están la baja autoestima, un profundo dolor emocional interior, resentimiento, y dependencia emocional. De igual forma, vamos a tocar más de cerca este tema a continuación:
¿De qué forma puede afectar “La herida del padre” a tu bienestar y crecimiento personal?
Pues bien, de la siguiente manera:
1. Puede causarte ansiedad
Crecer con un padre (emocionalmente) ausente o maltratador puede dejarte con un sentimiento de “no soy lo suficientemente bueno”, y así, dar lugar a sentimientos negativos como ira, vergüenza, tristeza, y lo que es peor, ansiedad.
Este último, de hecho, se ha convertido en uno de los problemas de salud mental más serios que hay hoy en día. Sin embargo, aquí contamos con un taller que puede ayudar a calmar la ansiedad. No dudes en revisar de qué se trata y los beneficios que consigues con él.
2. Puede afectar tu autoestima y causarte depresión
Con el tiempo, la ansiedad puede convertirse en baja autoestima y desánimo. Asimismo, es posible que interiorices un enorme enojo hacia tu padre y sentirte deprimido como resultado de ello. De ahí que sea importantísimo tratar toda clase de herida emocional a tiempo.
3. Puedes terminar siendo demasiado rígido al poner límites
Si tu padre tuvo una actitud poco confiable durante tu crianza, o bien estuvo ausente durante tu vida, es posible que hoy en día te cueste dejar que otras personas se acerquen a ti. Es posible que constantemente tengas esa urgencia de tener que protegerte.
El dolor de lidiar con las secuelas de ser decepcionado por nuestro padre, especialmente cuando se es aún niño, puede ocasionar que el día de mañana coloquemos límites rígidos que nos lleven incluso a vivir en soledad y amargura.
4. Puedes terminar siendo demasiado flexible al poner límites
Caso contrario al anterior, tiene que ver con no poner límites a los demás. Y esto suele ocurrir también en aquellos casos en donde el padre fue demasiado rígido, impuso una crianza basada en el miedo, o sencillamente fue un padre ausente.
En este caso, el resultado es sentir o tener la idea de que que para ser amado por los demás, se debe complacer a otros y evitar decir “no” cuando hacerlo. Asimismo, esto da lugar a patrones de dependencia emocional que terminan siendo bastante dañinos.
5. Repites el mismo patrón de crianza con tus hijos
La crianza en los niños es difícil y cuando se es padre por primera vez, hay que tener mucho cuidado, ya que se se puede estar inundado a nuestros hijos de sentimientos que pueden estar relacionados con nuestras propias experiencias pasadas, y sobre todo, cuando nos criaron nuestros padres.
Esto último, de hecho, puede ser peligroso, ya que puede terminar convirtiéndose en un círculo que no tendrá fin. Y la idea que los patrones de crianza negativos no se repitan en la vida de nuestros hijos.
Ahora bien…
¿Cómo sanar la herida del padre?
Basado en lo que muchos profesionales recomiendan, hay tres cosas que puedes hacer:
Lo primero es aprender a reconocer tus emociones. Y claro, esto no es algo sencillo de hacer. Esto puede parecer difícil para cualquiera, sobre todo cuando esas emociones están vinculadas con traumas y heridas que cuestan superar. Sin embargo, es posible hacerlo y siempre es necesario tener control de lo que sentimos. Este es un trabajo personal al que se le debe dedicar tiempo y disciplina, y de ello hemos hablado anteriormente aquí.
Lo segundo es trabajar paso a paso el perdón. Perdonar te libera y te da bienestar, por lo que es bueno dar lugar en nuestras vidas al perdón. Y sí, toma su tiempo aprender a perdonar, pero lo que logras con ello, es transformador.
Lo tercero es encontrar a alguien con quien puedas hablar sobre la herida que ha causado ese padre en ti y cómo te afecta hoy día. Lo puedes hacer con tu pareja o con un amigo de confianza. Sin embargo, también recomendamos en estos casos buscar ayuda con un profesional. La terapia psicológica puede brindarte las herramientas necesarias para sanar esas heridas emocionales que aún provocan estragos en ti.
Y bien, hasta aquí este post. Te cuento que tenemos un canal de Telegram en donde compartimos reflexiones y consejos diariamente. Únete a él haciendo clic aquí: t.me/reencontrate (eso sí, debes tener instalada la app de Telegram).
Sin más que agregar, un saludo.
¡Nos vemos!
Por: Adrian Alberto ∼ reencontrate.guru