Las personas sabias no se quejan, generan cambios.

Las personas sabias no se quejan, generan cambios.
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Cuando pensamos en las personas sabias, se nos viene a la cabeza un monje tibetano, o una persona muy anciana que pasa el día filosofando en soledad. La idea que tenemos de adquirir sabiduría tal vez incluye sacrificios muy fuertes y dolorosos, horas infinitas de estudio y  lectura profunda, o toda actividad que nos impide disfrutar de la vida tal y como la conocemos. Sin embargo, esta falsa idea traída de costumbres ancestrales, está muy alejada de la realidad!

Las personas sabias pueden tener cualquier aspecto, edad o condición religiosa/social. Lo que tienen en común estos seres, podría englobarse en ciertos rasgos psicológicos y hábitos de vida que las distinguen del resto de los seres humanos.

Características de las personas sabias:

La religión nada tiene que ver con la sabiduría. Las personas que alcanzan un nivel de sabiduría destacado, son personas espirituales, pero no religiosas. No siguen dogmas ni son fácilmente manipulables. En cambio, ofrecen amor y empatía a todo aquel que encuentran a su paso.

Las personas sabias realmente no intentan cambiar nada, ni a nadie. Se vuelven tranquilas, trabajan en sí mismas, tienen paciencia…

Las personas con cierta sabiduría generalmente observan sus acciones, se observan a sí mismas cuando se enojan, cuando se deprimen, cuando sienten envidia o frustración. Poco a poco se van dando cuenta de que esos sentimientos oscuros no las definen.

Ellas se observan a sí mismas, se observan constantemente, observan su confusión mental y la transforman en libertad mental. “Yo no soy esto o aquello”, “Yo soy más que eso que siento”. Esa persona no reaccionan ante su condición, y al no hacerlo, se vuelve cada vez más libre.

Hay quienes valoran tanto el conocimiento que se proponen retar constantemente a su ignorancia.

A las personas realmente sabias no les importa lo que opinen los demás, ni lo que hagan los demás. No se comparan con nadie, no compiten con nadie… Simplemente no les interesa competir.

Nunca verás a una persona sabia andar gritando por ahí: “Yo soy la realidad absoluta, soy consciencia, soy Dios…” Al contrario, ella reconoce de donde viene, y de donde vienen los demás (de la misma fuente). Por eso los deja en paz y los deja vivir sus procesos.

La sabiduría proviene del corazón, no de la mente

Este tipo de seres con sabiduría, tienden a desarrollarse con una rapidez impresionante, a un ritmo acelerado, en cualquier aspecto de su vida. No importa en qué condición se encuentren, qué problemas tengan o de que carencias padezcan. Simplemente ya son libres, se saben libres, y su mente no se detiene ante ninguna eventualidad. Fluyen con el proceso y lo trascienden!

Cuando la mente descansa en el corazón, y no va allá afuera, no se identifica con el mundo, hay paz y armonía en su ser .

Cuando permites que tu mente domine tu ser, no hay paz, armonía ni descanso. Comienzas a juzgar, a sentir envidia, a compararte, a sentirte ofendido y a querer tener la razón. Cuando permites que sea el corazón quien marque las pautas en tu vida, entonces estarás siendo una persona sabia y feliz.

Si compartes con una persona sabia, sabrás que nunca te va a mentir, ni va a hacer algo que no le gusta sólo por complacerte. Su compasión está a flor de piel, pero ello no implica que tengan que dejarse pisotear por nadie a nombre de la bondad y compasión. Simplemente se alejan del lugar donde ven mala intensión.

No siempre la sabiduría va de la mano con el tiempo.

Si bien es cierto que ser sabio se adquiere con el tiempo y las experiencias vividas, también es un hecho que muchas personas ya nacen sabias, ya que traen sus conocimientos intrínsecos en su ADN, de muchas vidas pasadas y las experiencias adquiridas en éstas. Seguramente conoces a algún joven que te sorprende por su sabiduría… ¡eso es tan común!

Al ser coherente y auténtico, te conectas con tu ser crístico, y descubres así tu sabiduría interior.

En cambio, existen personas adultas o ancianas que por más que la vida les haya puesto lecciones para aprender, siguen siendo personas de bajo entendimiento emocional, iracundas, envidiosas, competitivas, etc.

Si te cruzas con una persona sabia, lo sabrás enseguida, porque tienen siempre una sonrisa dulce en su rostro, y emanan una energía lumínica bastante peculiar.

Características resaltantes de la gente llena de sabiduría:

  • Las personas sabias siempre van a anteponer sus corazonadas a su mente crítica.
  • Son capaces de escuchar a su cuerpo, y procurar lo mejor para él.
  • Ellos pueden recordar su pasado sin sentir rencor, amargura o tristeza.
  • Tienen una energía especial para hacer crecer las plantas
  • Los animales aman a estas personas!
  • Tienen empatía por los demás seres y los apoyan en los malos momentos
  • Poseen una conexión espiritual poderosa con su fuente, lo que los hace grandes transformadores de realidades.
  • La intuición caracteriza a éstas personas sabias
  • Nunca verás a un sabio quejarse. Ellos generan cambios
  • Tienden a meditar con frecuencia y conectarse con su interior

Las personas sabias no buscan tener el control de todo, simplemente se dejan fluir con la vida, y su confianza en los procesos personales y colectivos perfectos, le da la certeza de que todo siempre está como debe estar: Bien!

Por: Loubna Hatem ∼ Reencontrate.guru


Loubna Hatem