Lo que vemos en las redes sociales… ¿Falsa felicidad?

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Todos sabemos que las redes sociales se prestan para absolutamente todo y esto incluye información que puede ser no genuina.

Pero me pregunto, si no se trata de una estafa con algún producto o servicio que podamos adquirir, ¿realmente nos debe importar qué deciden los demás montar en sus redes sociales?

En lo particular me encanta creer que la felicidad que veo a través de fotos y videos corresponde a la realidad de esa persona, al menos durante un instante y es que sí… me encanta que la gente sea feliz, que disfrute su vida, que viaje y coma platos exóticos, soy defensora y creyente de la felicidad y pienso que creer que alguien es feliz nos acerca de alguna manera a nuestra propia felicidad.

¿Por qué la felicidad de otros reflejada en redes puede conectarnos con nuestra propia felicidad?

La razón básica, pero quizás no válida para la mayoría es que todos somos uno. Lo que le pase uno, le pasa a todos y la felicidad representa estar conectado con el bienestar y mientras más personas se encuentren en ese estado, pues más beneficioso será.
Ver a través de los demás cosas que podemos hacer, que existen en este planeta y que quizás podemos planificar para nosotros.
Nos inspira a conocer más… más personas, más lugares, más sabores… Nos inspira a descubrir y a indagar.
Nos mantiene actualizados en cuanto a tendencias… sí, algunas muy tontas, pero otras que algo pueden aportar a nuestras vidas.

Si por algún motivo dudas de la felicidad que transmiten los demás en sus redes, quiero invitarte a revisar qué hay en ti que te invita a pensar de esa manera. Quizás estás viendo la felicidad como algo inalcanzable, como algo que solo puede ser fingido y te invito hoy a creer.

El detalle no está en si crees o no en la “legítima” felicidad de los demás, que ya es bastante decir, sino que dudas de la tuya…

No tenemos que ser felices todo el tiempo, mucho menos tenemos la obligación de compartirlo en redes sociales, pero sí debemos procurar que nuestras acciones estén orientadas hacia llevarnos a ese estado… Y dudar de lo genuino de lo publicado por los demás o bien criticarlo, de seguro no nos conecta con el bienestar.

Las redes sociales son herramientas súper poderosas, que pueden beneficiarnos o perjudicarnos tanto como lo permitamos. En este caso si tenemos las dos opciones, decidamos por la opción que nos hace sentir mejor.

Quizás detrás de toda la duda, exista un toque de envidia… no digo que en todos los casos, pero puede ocurrir, luego, ¿qué podemos hacer con ello?

Tenemos varias opciones:

Cerramos las redes sociales o no las visitamos con frecuencia.
Dejamos de seguir a las personas que más nos perturba su felicidad.
Decidimos cambiar y sustituir esa envidia por inspiración, por buenos deseos y nos hacemos conscientes que todo lo que vemos que nos parece inaccesible, también está disponible para nosotros y que solo nos separa de ello nuestros pensamientos. Y si nos gusta, ¡démosle like!

En conclusión, lo más sano es permitir que cada quien, sin hacerle daño a los demás y sin abusar de los medios para fines insanos, haga uso de sus redes como le parezca, sin criticar o juzgar… Lo mejor que podemos hacer, como la mayoría de las cosas de la vida es disfrutar y creer en lo que más nos convenga. Y esto sin duda es creer en la felicidad, en las sonrisas, en el amor… Veámoslo como cuentos, de esos que no sabemos si fueron o no reales, pero nos gustan y los disfrutamos, sin cuestionarlos.

Total… No es nuestro cuento… Sobre ese sí que podemos afincarnos y sabemos toda la verdad detrás de cada beso, detrás de cada risa, detrás de cada brindis… A mí en lo particular me gusta compartir mi felicidad, de momentos desagradables, que también los tengo, ya hay bastante en la vida de cada uno… Y espero que no me juzguen por querer compartir algo de lo bueno de vida…

Y a ti, ¿qué te gusta compartir en tus redes sociales?

Por: Sara Espejo – Reencontrate.com