¿Odias tu cuerpo?… Aprende a no sentirte así
Tener un cuerpo y aceptarlo tal y como es, no es tarea fácil. Bien sea porque este no funciona igual al de otras personas, o porque simplemente es diferente de forma y tamaño al de los demás.
Sentir que no amas completamente a tu cuerpo, es algo común y normal. De hecho, este sentimiento tiende a aparecer y desaparecer a lo largo de la vida. Sin embargo, hay que prestar atención, porque puede que te concentres demasiado en odiar tanto a tu cuerpo, que llegas al punto de afectar tu día a día, de arruinar tu relación contigo mismo e incluso de terminar padeciendo trastornos alimenticios, mentales o enfermedades.
Veamos, a continuación, cómo saber si los sentimientos que tienes hacia tu cuerpo están afectando tu salud mental, y qué puedes hacer al respecto.
¿Odias tu cuerpo?
Quiero que conozcas algunas de las causas que pueden estar originando ese “odio” o disconformidad que tienes hacia tu aspecto físico:
1. Sufres de disforia
La disforia es un estado mental en el que una persona suele sentirse incómoda o infeliz. Las causas pueden ser variadas y van desde la situación financiera, hasta la vida personal, la vida laboral, e incluso la forma en cómo es visto el cuerpo o el género.
Los sentimientos disfóricos relacionados con cómo se ve nuestro cuerpo pueden manifestarse de varias formas que van desde sentir que “este no está bien” o tomar medidas físicas como comer poco con la esperanza de cambiar la forma o el aspecto físico.
Asimismo, la disforia puede aparecer y desaparecer, y no necesariamente ocurre todo el tiempo.
Por eso, si tus sentimientos sobre tu cuerpo alguna vez llegan al punto de que te sientes desesperado/a y sientes incomodidad por cómo te ves físicamente, es porque seguramente estás experimentando disforia.
2. Sufres de dismorfia corporal
Mientras que la disforia es una sensación de profunda inquietud, la dismorfia corporal es el acto de sentir obsesivamente que tu cuerpo es defectuoso.
A menudo, las personas que experimentan dismorfia corporal ven sus propios cuerpos de manera diferente a como otras personas los ven.
Por ejemplo, en estos casos, puedes llegar a pensar que una parte de ti está desfigurada cuando no lo está, o que tu cuerpo es más grande que el de otros, incluso si es del mismo tamaño.
A veces, las personas con dismorfia corporal experimentan trastornos alimenticios, pero ese no es siempre el caso.
La dismorfia se centra en la incapacidad de ver a tu cuerpo como un cuerpo normal, es decir, de no aceptar a tu cuerpo tal y como es.
3. Sufres de estrés
Si pasas demasiado tiempo pensando y observando cómo se ve tu cuerpo, ten por seguro que empezarás a sufrir de estrés. Esto, como consecuencia, interferirá con tu desempeño diario y afectará tu salud mental.
Haz una pausa y piensa cuánto tiempo inviertes observando y pensando en lo mal que se ve tu cuerpo. Si lo haces, así sea por unos minutos o unas pocas horas al día, es porque estás padeciendo de estrés.
¿Cómo desarrollar amor por tu cuerpo?
Como dije al principio, es común sentirse atrapado e incómodo en el cuerpo de uno mismo. Sin embargo, esto no significa que vas a vivir toda la vida así.
Hay muchas cosas que puedes hacer para comenzar el viaje de amar, apreciar y aceptar tu cuerpo. Eso sí, es importante que empieces a cultivar sentimientos positivos sobre tu aspecto físico, ya que albergar solo sentimientos negativos sobre él, hará que te sientas estresado o molesto.
Amar y aceptar tu cuerpo te ayudará a tener menos estrés en la vida y también te ayudará a ser una persona mucho más feliz.
Haz una lista con todo lo que tu cuerpo puede hacer
A veces nos quedamos tan atrapados en la sensación de que nuestro cuerpo no es lo suficientemente bueno, que nos olvidamos por completo de todas las cosas increíbles que podemos hacer con él.
Por eso, la invitación es a que hagas una lista con todo aquello que puedes hacer con tu cuerpo y esto podrá ayudarte a sentirte orgulloso de él y a darte cuenta de que estás haciendo lo mejor que puedes.
Algunas preguntas que podrías comenzar a hacerte son:
- “¿Estoy respirando?” La respuesta a esto probablemente es sí, ya que estás vivo y consciente y estás leyendo esto. Parece mentira, pero tu cuerpo está haciendo todo lo que está a su alcance para mantenerte vivo en este momento. Está aquí para ti, manteniéndote activo y eso es algo por lo que debes estar agradecido.
- “¿Puedo ver con mis ojos?” Si es así, eso es genial. Si no es así, pregúntate ¿Cómo has aprendido a compensar el hecho de no tener ese sentido?… ¡Es un gran logro poder usar tu cuerpo sin poder ver bien!
- “¿Mis piernas son capaces de caminar o incluso correr?” Si es así, eso es genial. Si no es así, pregúntate ¿Cómo has aprendido a compensar el hecho de no poder caminar?… Es un gran logro poder moverse a través de la vida sin poder realizar bien esta acción.
Hay muchas más preguntas que puedes hacerte, pero estas son solo algunas que te ayudarán iniciar el viaje del amor propio hacia tu cuerpo.
Haz cosas amables por ti
Debemos ser conscientes de todo lo que nuestro cuerpo hace por nosotros, y es por eso que, debemos dedicarle tiempo y cariño como parte de nuestro agradecimiento por llevarnos a todas partes y seguir funcionando.
Ahora bien, agradecer a nuestro cuerpo por todo lo que hace no tiene por qué ser costoso o complejo.
Podrías agradecerle a tu cuerpo, por ejemplo, tomando un baño de agua caliente. Podrías relajarte por una noche en lugar de salir si te sientes cansado. Podrías comprar una nueva loción o bien comprar una crema y masajear tus brazos y piernas mientras las hidratas.
Cualquier cosa que puedas hacer para darle a tu cuerpo el amor que se merece, caerá excelente.
Crea límites en torno a las discusiones corporales internas que tengas
Hoy en día, lamentablemente, vivimos en un mundo donde los comentarios sobre los cuerpos suelen ser desenfrenados y poco amables.
Si no tienes “un cuerpo bonito” que mostrar en redes sociales, habrá quienes empiecen a criticar… ¡Mera estupidez!
Esto se debe muchas veces a lo superficial que se ha vuelto la sociedad y, obviamente, esto es algo sumamente negativo. Sin embargo, puedes protegerte de todo esto estableciendo límites.
Hay muchas formas de hacerlo:
- Consumiendo menos redes sociales.
- Haciendo saber a otros qué temas de conversación son cómodos para tratar contigo y cuáles no.
- Dándote a respetar.
- Expresando de manera adecuada a otras personas que no quieres oír comentarios negativos sobre tu apariencia (en caso de que estas lo hagan).
- Y no cayendo en el juego de criticar o comparar el cuerpo de otras personas con el tuyo.
Cualquiera sea la acción que tomes, esta ayudará mucho a que pienses menos en cómo se ve tu aspecto físico. Por eso, pon en práctica estas cositas que hemos comentado aquí y empieza por amar más a tu cuerpo hasta aceptarte tal y como eres.
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Por: Adrian Alberto ∼ reencontrate.guru
