Amar desde la carencia

Amar desde la carencia
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Una relación no debe ser formada desde la carencia. Es común que una persona vacía, con heridas, busque a otra para llenar sus espacios vacíos. Pero, ¿eso está bien? Déjame decirte que no.

En primer lugar, no es cuestión de esperar que el amor aparezca en tu vida. Y en segundo lugar, el amor no persigue a las personas que no están preparadas para amar. Y con preparado para amar quiero decir que tienes que estar lo suficientemente enamorado de ti mismo, ese es el primer paso. Porque, ¿Cómo esperas amar a alguien si ni siquiera puedes apreciarte a ti mismo?

La carencia y las relaciones como rompecabezas

Para ilustrar esta idea, deben imaginar a la relación como un rompecabezas. Todo está bien cuando todas las piezas están ahí, formando juntas una hermosa imagen. Pero, ¿qué pasa si desaparece la última pieza que necesitas para completar el rompecabezas? La hermosa imagen ya no es lo que era. Y retomando el tema de la relación, si una persona está dejando que otra sane sus heridas, una vez que aquella persona se aleje de su vida, volverá a ser lo que solía ser, una persona vacía.

Amar desde la carencia

Lamentablemente cuando el amor parte de la carencia, de la falta, es difícil salir de allí. Nos sentimos cómodos dejando que la otra persona complete nuestros espacios vacíos. Pero eso es lo que nunca debería pasarnos, es nuestra tarea reparar nuestras piezas rotas.

Nada reemplaza al amor propio

Siempre debe estar el amor propio por delante, ya que es el amor más importante. Cuando somos capaces de respetarnos, querernos, tolerarnos, es ahí cuando podemos realizar estas acciones con otras personas. Si no nos damos el espacio y el tiempo suficiente para conocernos y aprender a amarnos, querer a otra persona de una manera sana, va a resultar complicado.

El amor de otros nunca debe sustituir el propio. De hacerlo, cuando termines una relación, lo más probable es que sientas que todo ha terminado, que no eres suficiente, y que la única persona que te quería y te completaba, se ha ido. Eso sucede porque dejamos que los demás nos completen, curen nuestras heridas. En cambio, si sabes quien eres y te amas a ti mismo, al final de una relación sentirás dolor, claro, pero eso no te impedirá seguir con tu vida y darte cuenta que puedes volver a enamorarte, que no es el fin de tu vida.

Eres un ser completo, no la mitad de nadie

Es muy importante entender que en una relación, el otro no está para llenar algún vacío. Está para compartir contigo la vida, para aprender y ser felices juntos.

Cuando eres consciente de que no necesitas al otro para vivir una buena vida, podrás compartir tu existencia con otras personas. Porque de eso se trata, de compartir y no de depender del otro para poder estar bien.

Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una naranja, y que la vida sólo tiene sentido cuando encontramos la otra mitad. No nos contaron que ya nacemos enteros, que nadie en nuestra vida merece cargar en las espaldas, la responsabilidad de completar lo que nos falta.

John Lennon
Amar desde la carencia

Entonces, para terminar con la idea, deja de esperar que aparezca el amor. Si tienes una carencia, no busques que otro la llene. Empieza por amar todas y cada una de tus partes, porque créeme, cuando puedas completar tu rompecabezas solo, sin esperar que alguien lo haga por ti, entonces podrás amar, y amar de la manera más saludable. Por último, pero no menos importante, toda historia de amor comienza cuando somos lo suficientemente capaces de amarnos a nosotros mismos, en todos los sentidos. Tómate el tiempo necesario para lograrlo. Reitero, es nuestra tarea reparar nuestras piezas rotas.

Por: Sara Martinez – Reencontrate.guru


Sara Martinez