La paciencia da los mejores frutos
La paciencia es sin duda una de las más grandes virtudes que podemos desarrollar. Para quienes son un poco ansiosos y quieren resultados para ayer, la paciencia se convierte en un gran reto difícil de alcanzar.
Pero en cualquier caso, aun cuando hay personas que por naturaleza o diversas condiciones tienen facilidades para lidiar con la espera, la paciencia es algo que podemos cultivar e ir desarrollando a lo largo de la vida.
¿Qué nos ofrece el ser pacientes?
No desesperarnos ante una espera. Hay situaciones que no se resolverán de la noche a la mañana y resulta crucial el poder tener la capacidad de mantener la mejor actitud posible durante el tiempo que sea necesario esperar.
Hay momentos de la vida para actuar y otros para esperar resultados. Mientras esperamos algunas veces podemos hacer cosas que precipiten o entorpezcan ese resultado y esas acciones normalmente se verán influenciadas por nuestras acciones. En otras oportunidades nada de lo que hagamos, aparentemente va a influir en el resultado.
Pero como quizás tenemos claro, todos estamos co-creando realidades, estamos atrayendo, estamos permitiendo que las cosas fluyan o bien estamos colocando obstáculos. Así que de alguna manera siempre estamos favoreciendo un resultado, incluso aquel que no deseamos.
Adopta el paso de la naturaleza: su secreto es la paciencia. Ralph Waldo Emerson
Consejos para incrementar nuestra capacidad de ser pacientes
- Ten en cuenta que la mente es la impaciente, cada segundo que la dejes afuera, podrás tener la mejor actitud posible mientras esperas.
- Proponte plantearte el mejor resultado posible de acuerdo a lo que esperas, siéntete merecedor de él y permite que el Universo te lo haga llegar.
- No dediques tu energía en algo que no puedes cambiar.
- El pensar en algo distinto, que no tenga nada que ver con aquello que esperas, es más conveniente para la resolución que cualquier pensamiento de preocupación, ansiedad o inquietud.
- Practica contar hasta diez antes de dar una respuesta impulsiva.
- Aprende a volver a tu presente, a este justo momento, que es lo único que realmente existe.
- No te lamentes por nada que pudiste haber hecho y no hiciste, eso no cambiará las cosas, solo podrás hacer algo ahora.
- Aprende a identificar las buenas oportunidades, sin caer en el extremo de dejar pasar su mayoría asumiendo que alguna mejor vendrá. Escucha a tu alma cuando te cueste decidir.
- Reconoce la virtud de la paciencia en los demás.
- Aprende a meditar y adóptalo como práctica.
- Canaliza tu energía a través de cosas que te gusten. Mientras haces algo que amas, difícilmente te inquietarás frente a lo que en paralelo esperas.
- Dale un justo valor a las cosas, procurando ver toda la fotografía.
- Ordena tus espacios, esto le dará calma a tu mente.
- Sé empático y aprende a respetar el ritmo de los demás, todos somos diferentes y a todos nos movemos a velocidades diferentes.
- Establece prioridades convenientes para ti.
- Aprende a reconocer cuándo estás haciendo uso de la paciencia y cómo se incrementa esa cualidad en ti en comparación a como hayas sido en tu pasado.
Estas son solo algunas recomendaciones que si las aplicas, te harán una persona más paciente. Evidentemente cada situación de la vida es particular y algunas demandarán más que otras de nosotros. Pero mientras mejor manejemos el arte de ser pacientes, más inmunes seremos a cualquier escenario en donde nuestra paciencia sea requerida a fines de facilitarnos el tránsito por un trayecto, en especial cuando no se nos hace sencillo vislumbrar la luz al final del túnel.
Ser pacientes es de personas con gran fortaleza y como la mayoría de las cosas que nos lleva a ubicarnos allí, eso requiere de un trabajo interno y de la intención de forjar siempre una mejor versión de nosotros mismos.
Por: Sara Espejo – Reencontrate.com