Nada nuevo puede ocurrir, si no dejamos atrás lo que pasó

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Son incontables las veces que podemos haber escuchado que debemos dejar atrás nuestro pasado, que mientras lo tengamos vigente, estará bloqueando la puerta de acceso de las oportunidades a nuestras vidas, pero parece ser una práctico complicada y con muchas trampas.

Se nos hace difícil dejar atrás el pasado generalmente por algo de lo siguiente:

Teniendo el pasado, presente, estamos de alguna manera protegiéndonos de que algo así se repita.
Nuestra mente se acostumbró a ocuparse a pensamientos asociados a ese pasado que nos perturba y es complicado salir de esa programación.
Estamos en una situación en la que el pasado aunque haya cambiado de circunstancia, se hace presente.
Creemos que ese pasado le da sentido a nuestras vidas.
Queremos reparar los errores cometidos y liberarnos de culpas.
Estamos planificando algún tipo de venganza hacia quienes sentimos nos hicieron daño.
Estamos a la expectativa de ver si se da cuenta del daño que pudieron generarnos o de lo que perdieron.
Justificamos nuestros fracasos con el mejor de los recursos que tenemos: nuestro pasado.

Éstos son solo algunos de los argumentos de los que podemos hacer uso, cuando intentamos soltar el pasado. Y la verdad es que soltar el pasado requiere un trabajo consciente, es algo así como cuando queremos generar cambios en nuestro cuerpo y debemos incorporar nuevos hábitos a nuestro estilo de vida, en especial si queremos que los cambios sean permanentes.

Acá te dejamos una serie de recomendaciones para dejar de voltear al pasado, ahí todo está igualito, ya pasó y la única forma de verlo diferente es que tú cambies tu perspectiva y decidas que deje de ser un obstáculo y se convierta en un escalón para llegar a donde decidas ir.

Piensa en las oportunidades que estás perdiendo al no dejar ir tu pasado

El tomar consciencia de que nos pueden estar ocurriendo cosas mucho mejores, que estarnos lamentando por nuestro pasado, nos permite enfocarnos en lo que sí queremos para nuestras vidas.

Acepta que lo que ocurrió en tu vida es parte de tu creación

Si nos valoramos un poco, se nos hace sencillo ver nuestra obra de arte con admiración, aunque nadie más la entienda. Quizás fue un desastre lo que vivimos, pero fue nuestra creación e hicimos lo mejor que pudimos con los recursos de ese entonces. Tomamos decisiones que ahora quizás nos parecen equivocadas, pero en aquel momento no. Soportamos algunas cosas. Dejamos ir a quien no debimos… En fin… Lo creamos nosotros, vibramos con ello y el universo nos lo dio, no lo podemos cambiar, solo bendecir y dejar atrás.

Introduce nuevos hábitos a tu vida

Parece mentira, pero el torturarnos con un pasado que ya dolió suficiente en su momento, puede volverse un hábito, y para despedirnos de un hábito conviene sustituirlo por otro, más conveniente para nosotros, claro está. Así que si teníamos la costumbre de por ejemplo, revisar las redes sociales de alguien que pertenece al pasado, pues cada vez que nos veamos en la tentación de hacerlo, busquemos una receta rica para preparar, una rutina de ejercicios o cualquier cosa que nos desconecte de lo que nos hace pensar en ese pasado que conviene soltar.

Está atento

Actúa de manera consciente, se guardián de tus pensamientos, evita ya comentar lo que ocurrió con los demás. Asegúrate de que tu mente esté más cargada de los pensamientos relacionados a lo que quieres experimentar y que llegue a tu vida, que en lo que te une y te conecta con ese pasado. Cuando te veas mirando atrás, sutilmente te enderezas la cabeza y con el amor más grande te dices a ti mismo:

Para allá no vas, el camino es hacia adelante…

Por: Sara Espejo – Reencontrate.gurú