Que amargarte sea la excepción y no la norma

Que amargarte sea la excepción y no la norma
Comparte

Amargarte… Una manera sencilla de conectarte con el malestar… Tenemos cierta tendencia a amargarnos por diversas situaciones. Ciertamente tenemos esa opción ante cada momento de la vida, pero el hecho de irnos por ese camino, nos hace muy difícil reconectar con el bienestar. Si estamos amargados, decidimos usar los colores que nos hacen ver la vida en grises y autorizamos a la vida a que nos muestre lo que va en onda con la manera en la que nos estamos sintiendo.

¿Qué quiere decir esto?

Si me amargo, la vida me dará más y más motivos para seguirme amargando. Estoy evadiendo la realidad con la que me sentiría a gusto y estoy decidiendo conectarme con la que me genera malestar.

Hay situaciones que nos afectan por capricho y otras porque realmente nos alcanzan. Muchas veces terminamos amargados por cosas que no deberían tener el menor efecto en nosotros, pero le ponemos nuestra atención, lo tomamos personal, empatizamos con ello y optamos por amargarnos. Lo ideal en estos casos es ignorar, dejar pasar… Centrarnos en otras cosas.

Hay miles de motivos, millones de ellos para amargarnos, podemos colocar en Google: Tragedia y sentarnos a torturarnos un buen rato. Parece exagerado, pero muchas veces sin buscarlo en ningún explorador, vamos por la vida con el radar activado listo para captar lo que nos haga sentir incómodos, lo que nos haga sufrir, lo que nos haga ver las injusticias del mundo o todo lo que a nuestro juicio va mal…

Señores, la vida nos ofrece mucho más, dejemos de sufrir por caprichos y concentrémonos en lo agradable y bonito. No importa si te sientes que estás evadiendo una realidad, sí, lo harás, pero cuando te enfocas en todo lo negativo que existe, también estás siendo evasivo, pero jugando en tu contra.

Aún aquellas situaciones en las que realmente resultamos afectados, tenemos dos opciones, nos amargamos o le damos todas las vueltas necesarias hasta dar con el lado positivo de lo que ocurre. Siempre lo hay, aunque lo tengamos que colocar en un tiempo futuro e imaginario. Cuando no logro rescatar algo positivo en una situación, me digo cosas como: “aun cuando no llego a ver en esta situación lo positivo, sé que está ocurriendo para mi mayor bien.” Ya el hecho de pensar eso, me libera, me reconforta, me impide engancharme al dolor y me permite ver caminos de salida de aquello que me incomoda.

¿Puedes hacer algo al respecto?

amargarte

Otras cosas que no deben amargarnos son aquellas sobre las cuales no tenemos ningún tipo de control. Que se escapan de nuestras manos y que hagamos lo que hagamos, no podemos modificar. Por ejemplo, esta pandemia, ¿qué podemos hacer si no somos parte de un grupo de investigación, líderes de los países, dueños de laboratorios? Pues pensar lo menos posible en lo que ocurre y tratar de crecer en medio de las circunstancias. Siempre hay oportunidades para sumarle algo positivo a lo que somos, a lo que sabemos. De nada nos sirve frustrarnos por algo que no podemos cambiar.

En resumen, la vida siempre tiene múltiples caminos que podemos tomar, de hecho los vamos haciendo mientras damos nuestros pasos. Podemos vivir amargados o podemos hacer el intento de valorar esta experiencia vital y aprovechar cada momento que tenemos con vida, para observar, para agradecer, para amar, para conocernos, para probar algo nuevo… Hay miles de maneras de amargarnos, pero también hay miles, millones de maneras de conectarnos con lo que nos haga sonreír.

No vayas responsabilizando a nadie de tu estado anímico. S te amargas es tu decisión, el que está al lado puede hacer lo que quiera y tú siempre tendrás la opción de decidir qué quieres hacer con eso.

Quítate los lentes de los grises y comienza a ver los maravillosos tonos de la vida.

Por: Sara Espejo – Reencontrate.guru


Sara Espejo