Conoce el poder sanador que tiene el contacto físico

Conoce el poder sanador que tiene el contacto físico
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Conocer el poder sanador que tiene el contacto físico entre los seres vivos es un tema fundamental en el equilibrio entre cuerpo y emociones. Parece que nos hemos olvidado un poco del sentido del tacto, y con el se se ha ido la cercanía e intimidad con las personas que nos rodean.

El contacto físico es una de las claves para la salud mental y emocional del ser humano, por ello han surgido muchas investigaciones que concluyen la importancia de incluirlo en las terapias de sanación.

El tacto es una hermosa fuente de equilibrio, inclusive esta considerado como uno más en la lista de los factores de supervivencia.

el poder del contacto fisico

El poder sanador del contacto físico activa la producción de hormonas de la felicidad

A través del poder sanador del contacto físico, se activa la producción de hormonas de la felicidad. La secreción de  endorfina, serotonina, dopamina y oxitocina se vuelve adictiva, generando mas deseos de tocar y ser tocados.

Desde el año 1965 el Dr. Rene Spitz, quien dirigía un orfanato, descubrió que un gran porcentaje de los niños que no recibían afecto a través del contacto físico, desarrollaban enfermedades a pesar de estar muy bien alimentados y atendidos físicamente.

Es por ello que muchos investigadores se avocaron a este tema y hoy en día, apenas nace un bebé se coloca en el regazo de su madre para tener ese primer contacto que puede marcar la diferencia entre una vida futura sumida en la sensación de carencia y otra asentada en la seguridad afectiva.

El poder sanador del contacto físico se manifiesta a través del “vinculo” que se crea durante el intercambio de energías de amor entre los seres vivos. Abrazar y sentirse abrazado genera una estimulación sensorial  absolutamente necesaria para el equilibrio del cerebro, las emociones y la conducta.

La carencia del contacto físico sanador en la infancia

En el libro “La alquimia del amor y el deseo” se confirma que las personas que tuvieron una infancia repleta de contacto físico suelen tener una vida mas feliz, y su reacción ante los problemas suele distinguirse por su estabilidad emocional.  Estas personas son mas dadas a dar y recibir amor, ser mas consideradas y empáticas con sus semejantes.

La carencia de contacto físico en la infancia y en la vida adulta genera rasgos psicológicos que perjudican desde las relaciones interpersonales hasta toda la sociedad.

El poder sanador del contacto físico no solo se aplica entre los  seres humanos sino también entre humanos y mascotas, plantas, arboles…bien sabemos que todos somo fractales de la misma fuente creadora y nuestra esencia es el amor divino.

Muchos de nuestros problemas de depresión y desanimo se deben a la carencia que sentimos de proximidad y contacto afectuoso. Esto ha ido en aumento con la comunicación a través de redes sociales y teléfonos.

Tal vez hayas tenido la experiencia de estar triste o de mal humor y de pronto encontrarte con algún amigo o familiar y recibir un abrazo cálido y afectuoso, sin duda todo cambia para bien de manera instantánea.

Descubriendo nuestra verdadera naturaleza

Al ir pasando cada vez mas tiempo en contacto abierto y profundo con la gente, no permitimos descubrir nuestra verdadera naturaleza, que es la inocencia y la des-inhibición con las que nacemos.

En la actual era digital, a muchos nos afecta en mayor o menor medida la falta de contacto físico, pero debemos aceptar que somos los únicos que podemos cambiar esta situación. Si decidimos caminar el sendero del contacto, nuestro afecto contagiara a otros y podríamos encender una verdadera revolución en nuestro circulo de relaciones.

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Abraza a tus seres queridos

Aprendiendo a contactar con afecto

Sin duda que para que un contacto físico pueda ser agradable, es importante que también exista un contacto emocional, o digamos una especie de energía afín entre las personas.

Cuando creamos círculos de contacto fuera de nuestros familiares más allegados, como hijos, hermanos, parejas, padres etc, es necesario rodearnos de personas bondadosas en las que también podamos confiar.

1.- Empieza con las palabras

Tal vez empezar a tocar afectuosamente a nuestros familiares y seres queridos sea algo difícil si no estamos acostumbrados a ello. Será más fácil si empezamos a demostrar el cariño con palabras, luego ir poco a poco incrementando el radio de acción hasta llegar al contacto físico y los abrazos.

2.- Hablar de nuestros sentimientos

Tal vez al comenzar a expresar nuestros sentimientos nos demos cuenta que no son tan distintos a los sentimientos de los demás. Esta sociedad nos empuja a ocultar nuestros sentimientos por miedo a ser heridos, preferimos transmitir una imagen solida y segura aunque no nos sintamos realmente de esa forma.

Encontrar personas afines y dar el primer paso para esa apertura, muchas veces puede generar un alivio tanto en nuestro propio ser como el de la otra persona, quien se abrirá seguramente también, sentando las bases para una relación sincera.

3.- La guía de nuestro instinto

Todos tenemos una sabiduría instintiva interna que nos guía para relacionarnos con los demás. Entendamos que nuestra naturaleza es afectiva, y si nos permitimos expresar lo que llevamos por dentro con las personas adecuadas, a la larga obtendremos felicidad y salud.

No podemos olvidar que todas las expresiones de afecto tienen su limite, este limite comienza donde el otro ya no es capaz de asumir. Nunca podemos forzar a nadie a abrirse, pues el resultado sera lo opuesto: desconfianza y temor.

Por ultimo debemos tener siempre claro que el resultado de nuestras relaciones con los demás es nuestra responsabilidad, bien sea en nuestro circulo familiar como en el circulo de las personas que elegimos para compartir. Cuando nos comprometemos con nosotros mismos a vivir nuestra vida cotidiana en paz, renunciando a toda forma de violencia física o verbal, el afecto comenzara a fluir de manera natural a nuestro alrededor.


Lully